¡Aprovechando un día soleado!

Tras estar casi una semana con frío, nubes y alguna lluvia, el fin de semana fue espectacular. Un sol de invierno que son los más agradecidos y la mejor excusa para salir de casa cuando hace frío. Así que el domingo cayó una buena excursión, ¡y qué bien se lo pasó!

Fuimos de nuevo de ruta por la costa, porque por el campo ya suele ir diariamente (vivimos cerca del campo) y al bosque aún me da miedo llevarla, ya que con las tres operaciones en los ojos, una mala rama que se le meta en uno y ya la tenemos liada otra vez. Pero vamos, Uma encantada, porque no hay nada que le guste más que revolcarse en las algas, ya te puedes imaginar el aroma marino con el que llega a casa… vamos, directa a la bañera que va.

Hicimos unos 5 km. y se lo pasó de lujo.

Empezamos la ruta por la playa de Es Canar, todo un lujo en esta época porque está totalmente vacía de gente y los perros pueden correr libremente sin molestar a nadie.

Seguimos la ruta bordeando la costa y los acantilados. Lo bonito de estas excursiones es que te permite alternar diversos tipos de paisaje: arena, rocas, mar, bosque…

Como ves, la llevamos con correa en las zonas peligrosas. En este caso, los acantilados desafortunadamente no le dan vértigo, y ya nos pegamos un día un susto de muerte cuando se asomó a uno más de la cuenta y casi resbala y se despeña… ¡No lo quiero recordar!

Continuamos la ruta por la playa Cala Nova. ¡La de carreras que se pegó!

Nos encontramos ubicaciones que permitían fotos tan bonitas como ésta, en un restaurante de playa.

Seguimos la ruta que nos permitió hasta bordear una zona boscosa. Con tanto musgo, Uma parecía una figura de un belén.

Cuando la lengua ya está asoma de lado, es que empieza a estar cansada de verdad, así que pegamos media vuelta y volvimos camino a casa, no sin antes pararnos a tomarnos nuestro aperitivo dominguero en el chiringuito de la playa, donde los perros, siempre son bienvenidos en su terraza.

¿Y tú? ¿Qué has hecho este finde con tu peludo?