Los perros a lo largo de su vida pueden llegar a presentar algunas enfermedades, una de las más curiosas es la llamada “pico de loro”.
La enfermedad pico de loro es un tipo de artrosis, técnicamente conocida como espondiloartrosis osificante.
Es una enfermedad de tipo degenerativo que se presenta, sobre todo, en los perros de mayor edad.
Si quieres conocer más detalles de la enfermedad, sus síntomas, diagnóstico y tratamiento, solo debes seguir leyendo.
¿Qué es la espondilosis anquilosante?
La espondilosis anquilosante es una enfermedad que se presenta en la columna vertebral, afectando el ligamento intervertebral, tal y como nos indican desde alimentacióncanina.es, donde también nos informan que esta tiene como consecuencia la formación llamada comúnmente “pico de loro”.
Una de sus principales características es la aparición de osteofitos, que es el crecimiento del tejido óseo que se ubica en las bases de cada una de las vértebras.
Esta característica toma la forma de “pico de loro” y por eso es conocido de esta manera.
Si esta enfermedad se encuentra en un estado avanzado de desarrollo, se crean puentes entre las vértebras que impiden la movilidad natural entre ellas.
Incluso, puede llegar a afectar la propia médula espinal y/o las raíces de los nervios.
Síntomas del “pico de loro” en perros
Al principio de la enfermedad muchos de los síntomas pasan desapercibidos y, en caso de aparecer, generalmente son atribuidos a la avanzada edad, es decir, a síntomas de la vejez.
Con estos síntomas se deteriora de manera significativa la calidad de vida del perro.
Le causan mucho malestar e incomodidad constante que le impide realizar sus movimientos y actividades diarias de manera normal.
Entre los principales síntomas que puede presentar el “pico de loro” en perros son los siguientes:
- Dolor en la zona de la columna vertebral.
- Dificultad para desplazarse.
- Rigidez en los movimientos relacionados con el andar.
- Encorvamiento (conocido también como cifosis).
- Espasmo y atrofia muscular.
- Atrofia muscular.
- Inflamación medular.
- Pérdida de sensibilidad.
Por esta razón es habitual que los perros se muestren apáticos respecto a sus actividades, que pierdan el apetito y que su comportamiento se vea alterado de manera muy apreciable.
Incluso algunos pueden manifestar agresividad, debido a que no quieren que lo molesten.
También pueden llegar a rechazar las caricias y todo contacto físico por parte de su adoptante, al tratar de evitar los dolores.
Nota: Cuando la enfermedad está muy avanzada y llega a afectar la médula, suele manifestarse una parálisis progresiva llamada paresia.
La paresia consiste en una parálisis parcial del cuerpo, y ataxia, dificultad para coordinar movimientos.
Causas del “pico de loro” en perros
Existen diversas causas que originan la patología de espondiloartrosis osificante o “pico de loro”.
Sin embargo, las más frecuentes que suelen originar la afección son traumatismos microscópicos que se presentan en la zona de la columna y articulaciones, por diversos tipos de movimientos.
Incluso traumatismos de mayor importancia que deforman la columna y vértebras.
También el ejercicio excesivo puede debilitar los ligamentos, creando las condiciones propicias para la aparición de la artrosis.
De igual manera, las malformaciones de nacimiento, las cuales con el tiempo podrían manifestarse desarrollando la afección de “pico de loro” en los perros.
Diagnóstico del pico de loro en un perro
La realización de radiografías es la técnica primaria con la que se suele diagnosticar la presencia de “pico de loro”.
Al confirmarse la presencia de la artrosis en el perro, es importante que el médico veterinario realice pruebas y exámenes neurológicos para evaluar posibles daños colaterales derivados.
En ciertos casos específicos será necesario realizar también pruebas adicionales como mielografías, TAC o resonancias magnéticas.
El objetivo es tener un mayor nivel de detalle sobre la intensidad de la artrosis, además de observar el daño colateral derivado, sobre todo, en los casos en que ya se ha llegado al punto en que empieza a afectar directamente la médula espinal del perro.
Tratamiento para el “pico de loro”
Generalmente esta malformación no se mostrará como un crecimiento anormal en la estructura ósea.
Por lo que será necesario realizar exámenes neurológicos para descartar posibles patologías asociadas, más aún, en los casos que el perro manifieste dolor.
El tratamiento de esta afección depende en gran medida de los síntomas que manifieste el perro.
El acompañamiento de fármacos junto con programas de terapias de rehabilitación y con un régimen de alimentación equilibrada para controlar el peso ayudarán a aliviar y mejorar su calidad de vida.
Esto contribuirá en gran medida a detener el avance de la enfermedad.
Tipos de tratamientos
- Tratamiento personalizado: Cada tratamiento tendrá un manejo individual para cada uno de los perros, teniendo en cuenta diversos factores como la edad, resistencia musculoesquelética, raza, grado de avance de la enfermedad, entre otros.
- Medicamentos y/o cirugía: Generalmente se recomiendan y recetan antiinflamatorios y analgésicos. En los casos más graves, la solución puede llegar a ser de tipo quirúrgica sobre todo en caso de que se presente compresión en los discos intervertebrales del perro.
- Vitaminas: El consumo de vitamina C es importante debido a que ayuda a la formación del colágeno, que es la base de la formación de cartílagos. También se debe proveer de suficiente cantidad de vitamina E, para el funcionamiento de células que generan cartílago, a la vez que contribuyen en el alivio de dolores e inflamaciones.
Mientras que la vitamina B12 y la niacinamida ayudan al mantenimiento de la salud ósea, lo que promueve el fortalecimiento de articulaciones, la vitamina B3 a la metabolización de los cartílagos.
Sin embargo, a niacinamida debe ser evitada en perros que presenten enfermedades de tipo hepáticas.
- Evitar exceso de calcio: Un exceso de calcio en la ingesta alimentaria tiende a provocar crecimiento exagerado y malformaciones que derivan en problemas óseos en los perros.
- Controlar su peso: El sobrepeso añade carga adicional a la musculatura, cartílagos y huesos que no están adaptados a soportarlo, generando mayor desgaste. En ese sentido, es importante cuidar mucho la alimentación del perro durante toda su vida, procurándole una alimentación equilibrada que cubra adecuadamente todas sus necesidades. La excesiva carga en las vértebras y columna del perro, contribuirán al desgaste. Esto solo hará que se facilite más la aparición de malformaciones y artrosis.
- Suministrar condroprotectores: Junto con la correcta y balanceada alimentación pueden ser suministrados condroprotectores. Así como el sulfato de condroitina, siendo uno de los principales componentes del cartílago o la glucosamina. Este ayuda a prevenir y combatir la osteoartrosis.
Consejos y cuidados generales que un perro con “pico de Loro” necesita
Hay ciertas medidas preventivas o cuidados que los adoptantes pueden implementar para ayudar a evitar el desarrollo de la formación de “pico de loro” en su mascota, sobre todo, en las razas que tienen mayor predisposición genética de verse afectadas.
Consejos generales para prevenir y/o cuidar a los perros que sufran de “pico de loro”
- Movimientos bruscos o repentinos: Evitar movimientos muy violentos y repentinos, así como ejercitar de manera prudente de acuerdo a las capacidades y habilidades del perro. Esto más aún si el perro es de edad muy avanzada.
- Ayuda para subir a lugares altos: Cuando el perro quiera o necesite subir a planos muy elevados, debe procurarse alguna plataforma o punto de apoyo para reducir el esfuerzo evitando daños en la espalda por el salto repetido.
- Ejercicios moderados o leves: Llevar un régimen de ejercicios es beneficioso para los perros, sin embargo, debe realizarse con moderación y prudencia. Nunca se debe dejar que permanezca en estado sedentario por demasiado tiempo, aunque tampoco el ejercicio debe ser muy intenso ni tan frecuente que pueda llegar a causar fatiga en la musculatura y su sistema óseo.
- Evitar escaleras: El uso constante de escaleras genera trabajo muy intenso con movimientos violentos para su columna. Es mejor evitar el uso constante de las mismas. Aunque en caso de no poder evitarse, se le debe prestar algún tipo de apoyo para disminuir el impacto que estas puedan causar en su organismo.
- Masajes: Se pueden realizar masajes al perro en casa o se puede pedir al quiropráctico canino que lo atienda y que dé indicaciones sobre qué tipo de masaje ofrecerle y cómo realizarlo en casa. Esto reforzará y acelerará la efectividad del tratamiento aplicado y recetado por el médico veterinario.
- Visitas frecuentes al veterinario: Aunque la visita al veterinario se deba realizar con cierta regularidad (por lo menos una vez al año), si la mascota tiene este o algún otro padecimiento es necesario prestar mayor atención. Por lo tanto, es importante llevar un control más constante acudiendo con mayor frecuencia. De esta manera se podrá realizar el diagnóstico y/o seguimiento de la enfermedad, verificando que el tratamiento esté dando los resultados esperados.
- Cambios de temperatura: Otro punto importante es evitar los cambios de temperatura de manera brusca, sobro todo el frío.
Razas propensas al “pico de loro”
Todos los perros pueden padecer la enfermedad, pero hay algunas razas que tienen predisposición genética a la aparición y desarrollo de la artrosis de “pico de loro”.
Algunas de esas razas son:
- Pastor Alemán.
- Razas braquicéfalas como por ejemplo el Bóxer.
- Razas de perros grandes.