De toda la vida se le ha dado más importancia a desparasitar al perro externamente que internamente.
Yo siempre lo he achacado a que como lo externo se ve pues es más fácil acordarse de su eliminación, sin embargo, déjame decirte que la desparasitación interna es igual o más importante que la externa.
La desparasitación interna y externa del perro
En su día ya profundicé sobre los parásitos externos más importantes: pulgas, garrapatas, piojos y flebotomo y cómo prevenirlos, y hoy quiero hacer lo mismo con los parásitos internos.
Cuando adoptamos a Uma con 45 días nos asustó mucho ver sus primeras cacas.
Estaban minadas de gusanos, además, se veía perfectamente cómo se movían.
Nos daba tanto miedo que Uma pudiera contagiarse de alguna enfermedad crónica que en su primera visita al veterinario no dudé en llevarle una fotografía que hice de sus cacas para que la veterinaria supiera de qué gusano se trataba y cómo darle un buen tratamiento para su eliminación.
En efecto, el tratamiento funcionó y en una semana Uma empezó a hacer cacas normales y sin gusanos.
Desde entonces, no me olvido cada tres meses de darle su comprimido antiparasitante tanto para los parásitos externos como para los internos.
Por qué es tan importante la desparasitación interna
La desparasitación interna es importantísima para prevenir que nuestro perro enferme e incluso, en los casos más graves, muera.
Pero el problema no se queda solo en el perro.
Un perro con parásitos internos puede contagiarnos a nosotros con consecuencias, en muchos casos, preocupantes.
Por tanto, llevar al día un calendario de desparasitación es fundamental para la salud de nuestro perro y para la nuestra y la de nuestra familia.
Tipos de parásitos internos
No sé por qué razón los parásitos internos me dan mucho más asco que los externos.
Quizás sea por la costumbre o por el miedo y el respeto que me dan, y como quiero también transmitirte ese miedo y respeto te contaré un poco sobre los más comunes:
Gusanos redondos
También conocidos como ascáridos y científicamente como Toxocara canis.
Son de los gusanos más comunes ya que lo tienen casi el 30% de los perros y hasta un 70% de cachorros y también son muy contagiosos.
De hecho, si una persona es infestada por estos gusanos puede causar hasta ceguera en los casos más graves.
Es un parásito que se reproduce rápida y cuantiosamente (un gusano hembra puede hacer hasta 300 mil huevos al día), se hospeda en los intestinos y son súper resistentes a las bajas y altas temperaturas e incluso a los detergentes.
Tu perro puede tener gusanos y no mostrar síntomas, aunque en los casos en los que hay muchos gusanos, los perros presentan hinchazón abdominal, heces con gusanos y blandas e incluso vómitos y problemas respiratorios
¿Cómo se contagia un perro de gusanos redondos?
Pues lamiendo el suelo, comiendo hierba de un parque, olfatear algo que lleve restos de heces de otros perros, ingiriendo heces de otros animales, etc.
Gusanos látigo
Científicamente conocidos como Trichuris vulpis.
Tienen forma de látigo, es decir, un extremo grueso y el otro delgado, de ahí su nombre.
Se alimentan de sangre a través del intestino grueso del perro.
Son fácilmente contagiosos ya que con solo oler o lamer el suelo u objeto que esté contaminado ya puede ingerir huevos.
Es fundamental eliminarlos ya que de lo contrario, las infestaciones graves llevan a que el perro sufra anemia, haga caca con sangre y pueda incluso morir.
Gusanos ganchudos
Conocidos también como anquilostomas o científicamente como Ancylostoma caninum.
Por lo general viven en el intestino delgado de los perros, se adhieren al tejido intestinal y chupan sangre y otros nutrientes por lo que pueden desarrollar en los perros anemia, diarreas con sangre, lesiones cutáneas, etc., en definitiva, hemorragias internas.
Y, atención, porque como pasa con los gusanos redondos pueden contagiarse a humanos a nivel cutáneo (el parásito excava en la piel haciendo heridas).
Gusanos pulmonares
Científicamente conocidos como Angiostrongylus vasorum.
La buena noticia es que no puede ser transmitido a humanos, sin embargo, es muy peligroso para nuestros perros ya que causa problemas respiratorios, problemas de coagulación en la sangre, etc. y si no es tratado, el perro puede llegar a morir.
Estos gusanos se hospedan normalmente en caracoles o babosas terrestres o de agua, y pueden alojarse en aguas estancadas por lo que al beber o jugar con estos moluscos contagiados el perro pueden tragar estos parásitos.
Estos gusanos se alojan en los vasos sanguíneos pulmonares tras ser ingeridos por el animal.
Gusanos del corazón
Científicamente conocidos como Dirofilaria immitis, son gusanos que se hospedan en arterias pulmonares y el corazón.
Se transmiten por la picadura de un mosquito y una vez que es picado, la larva viaja por el torrente sanguíneo hasta hospedarse en las arterias pulmonares donde crecen y llegan a ocupar tanto sitio que llegan al corazón y difícilmente puede bombear.
Se presenta tos, dificultad para respirar e insuficiencia cardíaca, y si no se trata, la muerte del animal.
Cómo realizar la desparasitación interna y externa del perro
Desde que Uma llegó a casa no ha habido un mes que no la tuviera protegida contra los parásitos internos y externos.
Consulta con tu veterinario y pregúntale sobre la doble protección mensual antiparasitaria.
Llevar al día el calendario de la salud de nuestro perro es vital para garantizarle una óptima salud, recuerda que no solo le protegemos a él sino también a las personas que lo rodean.