Si hay algo que nos asusta muchísimo cuando sucede son las convulsiones en perros, porque no solo el perro pierde el control sino que, como adoptantes, también lo perdemos nosotros porque nos asustamos mucho.
Y es que hay patologías que, aunque no queremos que sucedan al ser poco comunes, pueden suceder y es mejor estar preparados ante el posible escenario, como es el caso de las convulsiones en perros.
Las convulsiones son patologías que no se pueden determinar, y es posible que tu perro tenga tendencia a sufrirlas.
Esto sin duda, genera un sentimiento de impotencia en los adoptantes por no poder ayudarlo de forma eficaz.
Por tal razón, conocer más detalles y saber qué se puede hacer, será de gran ayuda para toda la familia.
¿Qué son las convulsiones en perros y cuáles son sus síntomas?
Las convulsiones en perros son fuertes ataques o sacudidas que se pueden presentar en nuestros peludos cuando su cerebro se desequilibra.
Estas vienen acompañadas de un intenso babeo, como resultado de una actividad eléctrica anormal entre sus neuronas cerebrales, que puede ser de tipo local o generalizada.
Existe gran variedad de tipos de convulsiones, pero en todas se observarán que se presentan los mismos síntomas o signos.
Al conocerlos, el adoptante podrá darse cuenta a tiempo de que se trata de una convulsión y así actuar de la mejor manera posible.
Algunos síntomas o signos, son:
- Temblores en su cuerpo: Es muy probable que su cuerpo comience a temblar incontroladamente, y en cierto momento se torne rígido. Este es el síntoma principal más visible que define claramente las convulsiones.
- Pérdida de control de los músculos: Como resultado de los temblores, si se encuentra de pie, es muy probable que se caiga, debido a que ha perdido el control voluntario de sus músculos.
- Sistema respiratorio afectado: El sistema respiratorio se verá afectado, esto se debe a que está conectado con el sistema nervioso. Por lo tanto, es muy posible que el perro presente dificultades para mantener la respiración, llegando a expulsar también saliva o un babeo intenso
En pocas palabras, los síntomas, son:
- Temblores.
- Sacudidas fuertes.
- Babeo intenso.
Nota: Las convulsiones no suelen curarse a pesar de que puedan ser tratadas.
Aunque otros tipos de convulsiones pueden ser tratadas más fácilmente, llegando incluso a ser controlables y prevenibles.
Por esta razón, es importante estar prevenidos, saber cómo reaccionar en caso de que se presenten en el perro y saber tratarlas sin perder la calma.
Normalmente las convulsiones no suelen durar mucho tiempo, sin embargo, si duran varios minutos, es preferible hacer un seguimiento de cerca junto con el veterinario.
Tipos de convulsiones en perros
Las convulsiones de tipo tónico-clónica son las que se presentan con mayor frecuencia en los perros.
- Fase 1 o fase tónica: ocurre una contracción generalizada de los músculos, logrando que el perro pierda su consciencia. Esto hace que el perro caiga de lado sobre una de sus extremidades con el cuello estirado hacia atrás. También que pierda el control de la salivación, micción y defecación. Esta primera fase dura aproximadamente un minuto.
- Fase 2 o fase clónica: consiste en movimientos repetitivos y constantes de pataleo y mordedura con la mandíbula (como si estuviera tiritando) y las extremidades. Esta segunda fase suele durar varios minutos.
Por afortuna, Uma jamás ha presentado convulsiones, no así puede decir mi hermana con su perro Woody, lo pasábamos fatal cuando le pasaba porque quedaba echo polvo, animalito.
Fases de las convulsiones en perros
Las fases de las convulsiones distinguen el comportamiento del perro durante el proceso del ataque y permiten identificar con mayor precisión la afección.
Esto ayudará mucho a los adoptantes para saber cómo reaccionar ante su presencia, para poder garantizar un mejor tratamiento y calidad de vida de su perro.
Fase prodrómica o preictus
En esta fase se presenta ansiedad, inquietud y el perro suele ladrar sin una aparente razón.
Todo esto es debido a que el perro presiente que algo está funcionando mal con su cuerpo.
El perro presiente lo que va a sucederle, se asusta y se pone muy nervioso.
Fase aura o ictus
Esta fase consiste en el breve tiempo en que inicia la convulsión como tal, que puede durar entre unos segundos y varios minutos.
Durante el comienzo del ataque, el perro puede llegar a perder la consciencia y caer de lado.
Suele perder el control de las funciones de micción, defecación y puede llegar a vomitar.
Las alteraciones a nivel neuronal solo pueden detectarse a través de un electroencefalograma.
Fase post-ictal
Cuando ha finalizado el fallo en la corteza neuronal, aunque esta no se ha recuperado del todo, el perro presenta nerviosismo, desorientación y descoordinación en los movimientos.
Dependiendo del perro, esta fase es muy variable: de unos segundos a varios días.
Es muy posible que el perro esté desorientado tras la convulsión y que ni siquiera pueda reconocer dónde se encuentra.
Todo esto es el resultado de la confusión en el sistema nervioso.
Causas de las convulsiones en perros
Existe una gran variedad de causas que pueden detonar las convulsiones en los perros, entre las que se encuentran las toxinas o envenenamiento por plomo.
Normalmente, estas posibles causas vienen derivadas del contacto constante con las toxinas o con el plomo, el cual se acumula en el cuerpo del perro a través de diferentes fuentes.
Pero no son las únicas posibles causas.
- La contaminación industrial o de los alimentos ingeridos: Esto puede contribuir al estar en contacto con agentes contaminantes que influyen en el correcto funcionamiento neuronal y nervioso del perro.
- Productos veterinarios: Algunos productos veterinarios para repeler picaduras de pulgas, contienen toxinas que contribuyen a aumentar el riesgo de convulsiones debido a las sustancias que se utilizan en ellos.
- Pocas vitaminas: Una alimentación deficiente de vitaminas es un factor importante que hace que el perro sea susceptible a sufrir convulsiones, por lo que una comida de calidad acabaría con ello..
- Tumores y problemas renales: Tumores cerebrales y problemas renales pueden llevar a este desenlace convulsivo.
- Inflamación de la meninge: La meninge es la membrana que recubre el cerebro que, al generar una mayor presión, puede causar un incorrecto funcionamiento entre neuronas. Y esto puede derivar en una convulsión.
- Malformaciones congénitas: Las malformaciones congénitas como la hidrocefalia (aumento anormal del líquido cefalorraquídeo) suele ser una causa común de las convulsiones en razas como los Yorkshire, Terrier, Chihuahua, Pomerania, Poodle Toy, Boston Terrier y el maltés.
- Moquillo: El moquillo, que, a pesar de ser muy contagioso, hoy día puede ser controlado a través de vacunas, es una causa importante de las convulsiones. Aunque no pueda ser curada, se puede aplicar tratamiento para controlar los brotes.
- Enfermedades metabólicas y traumatismos en la cabeza: Estas son también posibles causas de convulsiones en perros que no la hayan sufrido con anterioridad.
- Epilepsia generalizada idiopática: Una de las causas más comunes de la manifestación de convulsiones suele ser la epilepsia generalizada idiopática, que suelen darse a partir de los seis meses, hasta aproximadamente los cinco años de edad. Esta enfermedad es de tipo hereditario y consiste en un trastorno cerebral a largo plazo. Al no poderse lograr la identificación de su origen, es llamada idiopática.
Importante: Aunque las convulsiones no son curables, se pueden controlar con medicamentos antiepilépticos bajo la estricta supervisión de un médico veterinario.
¿Qué hacer cuando un perro tiene convulsiones?
Las convulsiones pueden generar un momento de extrema inquietud e incluso miedo para los adoptantes, pero lo primero de todo es mantener la calma.
Aunque es complicado, sobre todo, las primeras veces, tendrás la mente más clara para evaluar la mejor forma de actuar de acuerdo a la situación.
Teniendo en cuenta lo anterior, debes:
- Proceder a retirar del entorno todo objeto que pueda representar un peligro para que el perro no resulte lastimado. Las convulsiones le hacen perder el control de su cuerpo y es posible que resulte lastimado al golpearse con algún objeto.
- Una vez finalizado el ataque, es de suma importancia colocar al perro en un sitio fresco y ventilado. Esto ayudará en gran medida a su recuperación.
- Cuando el perro se encuentre más tranquilo y sereno, hay que llevarlo lo más pronto posible al veterinario más cercano. El médico le realizará un diagnóstico preciso y podrá dar el tratamiento a seguir para que se recupere y evitar en la medida de lo posible nuevos ataques. Es posible que el veterinario asigne medicamentos para el tratamiento, que se deberán aplicar constantemente y sin interrupción. Esto dará estabilidad al sistema nervioso y neurológico. Si se presenta un nuevo ataque, hay que llevarlo nuevamente con el veterinario.
Nota: Es recomendable mantener un mismo veterinario que lleve el historial del perro, debido a que, al ir conociendo los antecedentes y su historial, sabrá como tratarlo con más precisión.
El veterinario realizará una exploración neurológica a fondo que, junto con análisis de sangre y orina, radiografías y ecografías, ayudarán a determinar si el perro tiene tendencias a sufrir de convulsiones y de qué tipo son.
¿Qué no hacer cuando un perro tiene convulsiones?
Si es importante saber qué hacer cuando el perro está convulsionando, también es fundamental saber que no hacer nunca.
Nunca lo cojas
Si tu perro está convulsionando es normal tener la intención de ayudarlo agarrándolo para que los temblores cesen.
No lo hagas nunca, es un error, debido a que el perro, sin querer, podría lastimarte al estar en un estado de inconciencia.
Además, de que sostenerlo en el momento del ataque no ayudará a que se detenga.
No le des agua o comida
Otro error es intentar darle agua o algún tipo de alimento al perro en el momento de la convulsión, pudiendo ahogarle o atragantarle con consecuencias fatales-
Evitar darle calor
El calor es completamente contraindicado en estos casos, por lo que no se debe cubrir con ningún tipo de manta, ropa o sábanas.
No automedicar
Tampoco se debe diagnosticar ni medicar por cuenta propia, puesto a que podría resultar peligroso y contraproducente, a menos de que se traten de fármacos recetados por el veterinario tratante y siguiendo sus instrucciones.
Un remedio casero que debes igualmente consultar con el veterinario y que sabemos que funciona muy bien para reducir convulsiones, es la administración de CBD para perros.
Muchos son los adoptantes que lo han probado y han alabado sus beneficios.
Diferencia entre convulsión epiléptica y epilepsia
La convulsión epiléptica y epilepsia son dos cosas muy diferentes.
La primera, la convulsión epiléptica, es una manifestación visible de la segunda, la epilepsia.
La epilepsia, se trata de una enfermedad que genera un mal funcionamiento del sistema neurológico-cerebral, que predispone al cerebro a enviar impulsos eléctricos descontrolados a los músculos.
A pesar de esta relación, no todas las convulsiones tienen un origen epiléptico, aunque estas pueden ser de diferentes tipos.
Epilepsia Idiopática
Es la más común entre perros y gatos.
El 75% de perros tienen su primera convulsión antes de cumplir el primer año de edad.
Para saber que el perro sufre este tipo de convulsión, deben estar presentes los siguientes signos:
- La edad entre la que se presenta con mayor frecuencia es entre los seis meses y seis años.
- Afecta a cualquier raza, aunque las siguientes podrían presentar carácter hereditario debido a que cuentan con un gen específico relacionado con la epilepsia. Algunas razas, son Beagle, San Bernardo, Collies, Springer Spaniel, Spitz Finlandés, Golden Retriever, Wolfhound irlandés y Vizsla; el Pastor Belga y el perro Lagotto Romagnolo.
- Los ataques suelen ser nocturnos con frecuencias iniciales bajas, aunque si no se presta el tratamiento adecuado tiende a aumentar.
- En estado normal, los exámenes no suelen mostrar indios de la tendencia a convulsiones.
Epilepsia Sintomática
Es la derivada de una patología que afecta físicamente la corteza cerebral, como la meningitis, hidrocefalia, traumatismos craneales y otros que perturban el correcto funcionamiento físico del cerebro
Epilepsia Criptogénica
Es cuando el perro no tiene alguna patología primaria craneal y es mayor de 6 años de edad. Por ejemplo: traumatismos, hipoxias, problemas vasculares.
Convulsiones reactivas
No se observan anomalías en el cerebro y este funciona correctamente, sin embargo, reacciona a anomalías ubicadas en otros órganos del cuerpo.
Por ejemplo, las funciones incorrectas del hígado y/o riñón, o como respuesta a intoxicaciones.
En estos casos, la frecuencia en que se presenta es alta y no paran hasta que se resuelva el problema desde el núcleo.
Se detecta a través de alteraciones en análisis sanguíneos.