Con el tiempo y la experiencia que te dan los años vas aprendiendo todo lo que debes tener en cuenta cuando tienes un perro y en el tema de la identificación para mí es primordial prevenir.
Sí, porque hace muchos años no es como ahora.
Antes ni pensabas en esas cosas ni había nadie que te dijera: «oye, que te puede pasar», y a mí me pasó.
Perdí a mi perrita Amara cuando yo solo tenía 11 años.
La perrita solo tenía un collar, pero no tenía chip, ni placa, ni nada que pudiera facilitar el encuentro, así que jamás volví a verla y fue un palo enorme.
Por eso desde que pasó aquello, con mis siguientes perros tuve mucho más cuidado y ahora con Uma, no la puedo tener más localizada.
Lo primero que hice, es ponerle el chip.
Además de obligatorio, si no lo fuera, yo se lo pondría, porque facilitas muchísimo las cosas.
Sin embargo, si se perdiera pasan dos cosas:
- El chip no se ve, así que si la persona que lo encuentra no sabe ni que existe una cosa que se llama chip que sirve para identificar las mascotas, pues poco avanzamos.
- Si la persona sí lo sabe, va a tener que ir al veterinario para realizar la lectura del chip, y si Uma, por ejemplo, se perdiera un sábado, ¡no tendría noticias de ella hasta el lunes que vuelve a abrir la consulta del veterinario! La verdad, no veo necesario el alargar tanto la agonía e incertidumbre de ¿le habrá pasado algo?, ¿estará bien?, ¿con quién estará?, ¡a ver si se la quieren quedar!
En fin, el chip está muy bien, sin embargo, yo siempre apuesto por las placas identificativas, porque de un solo vistazo sabes el nombre del perro, por un lado, y por otro, el número de teléfono donde poder localizarte.
Y eso se puede hacer en el mismo instante en que alguien encuentre a tu perro.
En su día ya os hablé del CodyPet, que es una placa de lectura QR increíble, pero que necesitas tener móvil y una aplicación móvil para escanear el CodyPet, y luego están las placas identificativas sencillas de toda la vida que hoy puedes encontrar de diferentes formas, tamaños y colores.
Y estas que son, para mí, las más socorridas en caso de pérdida del animal, es de las que os quiero hablar, porque son buenas, bonitas y baratas.
En forma de hueso, de corazón, de huella o redonda. De color azul, rojo, verde, morado, fucsia, rosa o negro. Pequeñas o grandes.
Pero, algo tan sencillo y que queda de lujo en el cuello de tu perro, ¡puede ahorrarte una incertidumbre y unos nervios innecesarios!
Son placas súper económicas, que las puedes personalizar a tu gusto, donde grabar el nombre de tu perro en la parte delantera y hasta dos números de teléfono o móvil en la parte de atrás.
Y quedan de lujo, ¿a que sí? Yo tengo tres colores para combinarlos con sus collares y lazos.
¿Dónde las conseguí?
Como te digo en un sitio bueno, bonito y barato: Chapas para perros.
Una tienda sencilla donde venden placas identificativas a tu gusto con la información que les pases y a un precio espectacular. ¡Por eso yo tengo 3!
Así que ya sea para ti o como un regalo, échale un ojo a Chapas para perros y dime con cuál te quedas. 😉
4 comentarios
Pepa y Tinto también llevan siempre las suyas. Están genial de precio, cuando se nos pierda alguna ya se donde comprar. Un saludo desde Con Perros y a lo loco
muakkkkk!!!
Un abrazo, Celia, Pepa y Tinto!!!
Me gustan mucho esas placas, son monísimas!
Lo único es, que Color y Luka no llevan collar…y sólo les pongo el arnés cuando salimos.
A lo mejor, las placas también se puede colocar con el arnés, no.? Aunque no queden tan chulísimas…
Las que tienen forma de hueso y de corazón me encantan!
Sí, Loles, si se perdiera al menos la placa de identificación está, no cuelga del collar, pero está ahí, y es importantísimo si alguien los encuentra… Un abrazo!