Hipo en perros: causas y soluciones

por admin

El hipo en perros es una afección que comparten con los humanos, así que sí, también los perros tienen hipo.

De hecho, si tienes un perro, seguramente en algún momento ha tenido hipo, sin embargo, no es algo que deba preocuparte, siempre y cuando el hipo no se exceda en el tiempo. 

Los humanos compartimos características de nuestro sistema respiratorio con los perros, por lo que la forma de presentarse el hipo en ellos es muy similar al de nosotros.

El hipo ocurre porque el diafragma de los perros se tensa y vibra regularmente de manera involuntaria.

Por lo tanto, es importante que los adoptantes conozcan qué es el hipo, cuándo se presenta en su amigo peludo, las diferentes formas de tratarlo y, también, algunas recomendaciones que se pueden implementar para evitarlo.

¿Qué es el hipo en los perros? 

El hipo es una contracción muscular del diafragma, es decir, el músculo que se encuentra ubicado debajo de los pulmones y que se encarga de la respiración.

Esta contracción origina un espasmo en los pulmones y cuerdas vocales, haciendo que el aire sea expulsado de manera violenta.

Es ahí cuando se genera el característico sonido que identificamos como ‘HIP’, del cual se deriva su nombre: hipo.

Esta convulsión suele ser de frecuencia regular durante ciertos períodos de tiempo.

Así como se presenta el hipo en los humanos, los perros también pueden presentarlo.

No obstante, es importante mencionar que, si el hipo se alarga por más de 24 horas, lo recomendable es acudir al médico veterinario.

Lo más habitual es que el hipo demore poco tiempo y desaparezca. 

Causas del hipo en perros

El hipo se origina por la irritación y convulsión del diafragma de manera involuntaria en cortas frecuencias de manera violenta y espasmódica.

Entre las principales causas del hipo en los perros podemos encontrar las siguientes:

Estrés, ansiedad o miedo 

Al no lograr controlar sus emociones debido a nerviosismo, el perro puede llegar a desarrollar hipo como consecuencia de una alteración en el ritmo muscular.

El adoptante debe evitar que el perro pase por esas situaciones de estrés, ansiedad o miedo; de esa manera se disminuirán las probabilidades de que su perro desarrolle hipo.

La tensión causada por nervios, estados de excitación excesiva o incluso miedo a personas, o situaciones que no se pueden controlar, pueden ser causantes de hipo.

Esto se debe a que, al estar los músculos en estado de tensión, lo cual no es normal, llegan a darse espasmos involuntarios en su diafragma.

Al igual que los podemos observar en otros músculos como las piernas o cabeza. 

En estos casos es importante la observación del adoptante para detectar qué es lo que afecta al perro.

Solo así, se podrá determinar si se trata de una experiencia que le genera ansiedad y altera su ritmo cardíaco.

Cuando eso sucede, hay que saber qué hacer para lograr calmar al perro sin que se vea traumado.

Frío o cambio en la temperatura corporal de manera brusca

Es muy común que al bajar la temperatura abruptamente el perro sienta frío, y como consecuencia, llegue el hipo.

Las razas pequeñas (como el Chihuahua o el Yorkshire) y también los cachorros son los más afectados en ese sentido, debido a que no suelen soportar adecuadamente las bajas temperaturas.

En casos así, es importante mantener la calefacción o aire acondicionado regulados, para que en todo momento la temperatura ambiental sea la adecuada. 

También es importante que el adoptante observe a su mascota para detectar algún comportamiento diferente y/o si aparecen temblores, los cuales serán un claro indicio de que está sufriendo de frío.

Comer y beber muy rápido

La ingestión de alimentos o agua de manera muy rápida puede causar hipo, sobre todo, en las razas que tienden a ser más ansiosas al momento de comer. 

De la misma manera, el animal puede comer rápidamente debido a que presenta mucha hambre, o debido a que algunos alimentos no cubren sus necesidades básicas y se agotan más rápidamente en su organismo.  

Esta rapidez al comer hace que se ingiera aire junto con la comida, que es una de las principales causas del hipo en los animales.

Es por estas razones que hay que seleccionar cuidadosamente la alimentación del perro. 

hipo en perros

Problemas digestivos

Problemas estomacales y digestivos pueden estar relacionados con la aparición del hipo en los perros, así como: alergias a ciertos alimentos, alimentos tóxicos o en mal estado y/o digestiones demasiado pesadas.

Si el perro presenta hipo durante más de una hora, es un indicativo, casi seguro, de que se trata de un hipo con origen estomacal.

De ser así, es un hipo causado por la irritación derivada de los patógenos antes mencionados.

Aunque también puede deberse a problemas más graves de origen cardíaco, asmáticos u otros problemas respiratorios.

Por todo eso es muy recomendable llevarlo al veterinario lo antes posible si no pasan los síntomas con prontitud y nunca automedicarlo

Cuando el hipo es de origen estomacal, la principal causa suele darse por intoxicación o ingesta de alimentos en mal estado, es decir, que hayan pasado su fecha de caducidad, o no se hayan conservado adecuadamente.

Estos casos son peligrosos y pueden venir acompañados de vómitos, dolores abdominales, diarrea, entre otros síntomas.

Si estos síntomas se presentan, es necesario que lleve al perro urgentemente al veterinario para hacerle las pruebas necesarias y que se pueda determinar un verdadero y acertado diagnóstico, con su respectiva medicación.

Si el adoptante tiene dudas de la calidad de algún alimento, es mejor no dárselo y evitar correr el riesgo de que su mascota se enferme por desconocimiento.

¿Cómo se puede tratar el hipo en un perro?

La inmensa mayoría de los casos de hipo que se presentan en los perros son pasajeros y no requieren mayor atención.

Sin embargo, si se quiere aliviar el hipo, algunos especialistas, recomiendan hacer lo siguiente:

Masajes suaves

Dar masajes suaves en el pecho del perro y en un ambiente calmado, puede lograr que el perro se relaje y que se pase el efecto del hipo. 

Un masaje suave en el pecho del perro puede contribuir a aliviar el hipo, debido a que este ayuda a relajar los músculos activos que generan la afección, a la vez que hace que retome su ritmo natural de respiración en reposo.

Cambiar la manera de ofrecerle el alimento

Si el origen del hipo es debido a la ansiedad y el perro consume sus alimentos demasiado deprisa, se puede hacer una pequeña variación.

Para estas situaciones se recomienda que el adoptante haga un cambio en la forma en la que su perro come.

Por ejemplo, en vez de servirle una gran cantidad de alimento pocas veces al día, pasar a servirle raciones más pequeñas con más frecuencia distribuidas a lo largo del día.

Mejor que curar el hipo es prevenirlo, evitando que el perro coma y beba con desaforo en la medida de lo posible.

Hay juguetes que permiten colocarle comida dentro que les enseñará a regularse y evitar la ansiedad al comer, además que hace que vean la alimentación como un proceso divertido que hay que disfrutar.

Estos platos especiales regulan las cantidades de comida que el perro ingiere y lo ayuda a no comer tan de prisa.

Igual con un buen adiestramiento puede lograrse el mejor control por parte del perro a la hora de alimentarse. 

Un poco de ejercicio 

Otra medida de prevención que se suele recomendar es que, si su perro tiene tendencia a sufrir de hipo, es importante hacer ejercicios ligeros que le hagan cambiar el patrón respiratorio, a la vez que ayuda a liberar energía y tensiones acumuladas.

Un buen paseo tranquilo y sin agitarse mucho, contribuye en gran medida a que se pase el hipo.

El ejercicio suave tiene el mismo efecto relajante, lo que favorece en la musculatura bajando los niveles de ansiedad.

Remedios naturales 

Por increíble que parezca, los remedios naturales que utilizamos los humanos para combatir el hipo, como, por ejemplo, una cucharadita de miel, jarabe de maíz o de arce, funcionan bastante bien con los perros.

Recordemos que la forma en que funciona el hipo es bastante similar en ambos organismos. 

Este tipo de jarabes también actúan como lubricantes en la garganta y esófago del perro, aliviando cualquier irritación ocasionada por el roce.

Incluso pueden ayudar en caso de que algún objeto extraño que se encuentre alojado en su garganta, dificultando su respiración y generando molestias. 

Nota: Muchos adoptantes tienen la creencia de que el hipo puede desaparecer si se asusta al perro, pero en realidad podría suceder todo lo contrario.

Si se asusta al perro cuando tiene hipo se puede agravar la situación.

Esto podría generar en el perro mucha incomodidad y desconfianza al aumentar su nivel de ansiedad, por lo tanto, asustarlos nunca debe ser considerada una opción. 

¿El hipo puede ser un problema grave de salud canina?

Existen ciertas ocasiones en que se presentan casos excepcionales en las que el hipo puede ser un síntoma de afecciones más profundas y graves.

De ser así, se requiere atención por parte de un médico veterinario. 

Si el hipo se muestra con frecuencia y los ataques tienen una duración de más de 60 minutos cada vez, es importante estar alerta.

Además, si vienen acompañados de otros síntomas como tos o respiración dificultosa podría ser señal de que estamos en presencia de una afección que no es evidente a primera vista.

En casos como estos, es necesario que acudas con tu perro a una consulta veterinaria para que el experto le haga los exámenes y revisiones necesarias para determinar qué está causando el hipo.

Con el médico se podrá descartar la presencia de neumonía, asma o enfermedades más graves como la pericarditis.

Al pasar los ocho meses de edad, la frecuencia en que se presenta el hipo disminuye drásticamente, así que el que un perro adulto tenga hipo frecuente y abundantemente puede ser síntoma de una afección oculta que es más delicada.

Estos ataques de hipo, por regla general, no suelen superar la hora de duración, así que, si el tiempo en que se muestra es superior a la hora, mejor acudir al veterinario.

Nota: Hay perros que son intolerantes al ejercicio por sus características físicas y genéticas que hacen que se cansen con facilidad o su respiración es complicada.

Estas condiciones suelen generar ataques de hipo constante en el perro.

Por tal motivo, no está de más hacer una visita al veterinario con regularidad para descartar complicaciones y mantener bien la salud del perro.

El hipo y los cachorros 

Los episodios de hipo se dan más frecuentemente mientras los perros son cachorros, siendo más habituales al despertarse en la mañana o tras una siesta. Incluso pueden llegar a presentar el hipo mientras duermen. 

Es durante el período de crecimiento y desarrollo que son más comunes y no son motivo de alarma: podría decirse que es parte natural de ese proceso mientras logra tomar el control total de su cuerpo y su mente.

Uma, por ejemplo, tuvo muchos episodios de hipo siendo cachorra:

¿Todos los perros pueden tener hipo?

Hay dos características en los perros que los vuelve más propensos a los ataques de hipo: mientras son cachorros y si son de raza de tipo cazadora.

En el caso de los cachorros, cuando se presenta el hipo, este suele ser pasajero que suele solucionarse fácilmente al cambiar la alimentación.

Los cachorros son más sensibles a los alimentos que ingieren porque su sistema digestivo aún se encuentra en desarrollo, por lo que podrían desarrollar patologías de las cuales uno de los síntomas puede ser el hipo.

En cambio, los perros de caza tienen tendencia a sufrir de problemas digestivos debido a su herencia y configuración genética, sin embargo, no necesariamente todos tienen activa esta patología.

Razas de perros propensas al hipo

A primera vista pudiéramos pensar que cualquier raza de perro tiene la misma probabilidad de desarrollar cuadros de hipo, sin embargo, hay otras razas que tienen mayor tendencia a desarrollarlo. 

Las razas que más sufren este padecimiento o que son más propensas a sufrirlo, son las siguientes: Chihuahua, Bulldog francés, Bulldog inglés, Labrador retriever, Golden retriever, Teckel (salchicha), Pug o carlino, Yorkshire, entre otros.

Nota: Es importante añadir que el hipo, aunque puede llegar a ser molesto no duele por lo que no le causará daño a tu perro.

Puede ser que durante el hipo se noten algo confundidos o incluso temblorosos, pero mientras dure poco tiempo todo estará bien. 

¿Has visto alguna vez a tu perro con hipo?

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