Adoptar un perro es una gran responsabilidad que todos los adoptantes deben de plantearse, ante la idea de que una nueva mascota llegue a su hogar.
Teniendo en cuenta los cuidados que todo perro requiere, es necesario que todo sea realizado por el médico veterinario, capacitado para su cuidado.
De esta forma, con la visita frecuente al médico, se pueden evitar que muchos adoptantes den a sus perros algunos medicamentos prohibidos para ellos, que pueden gravemente afectar su salud por desconocimiento.
Sin lugar a dudas, un perro puede sufrir y tener graves consecuencias debido a la automedicación, una práctica cada vez es más común entre muchas familias.
Es lamentable, pero muchos adoptantes de perros prefieren evitar la visita al veterinario cuando un perro enferma y por ello deciden recurrir a la automedicación, sin medir las consecuencias que podrían tener en la salud de su mejor amigo peludo.
Automedicar a un perro es una práctica común, pero peligrosa
La automedicación en los perros se ha vuelto una práctica muy lamentable que muchos adoptantes han utilizado desde hace varios años con sus mascotas.
La automedicación está asociada a un número de medicamentos prohibidos para perros, que van desde los antiinflamatorios, ibuprofeno, paracetamol y antibióticos.
Según algunos estudios realizados se afirma que 3 de cada 5 adoptantes de perros automedican a sus mascotas sin antes realizar chequeos pertinentes con un profesional.
Asimismo, en las encuestas, se asegura que un 40% de las personas consultadas han confirmado que prefieren automedicar a sus perros y no acudir a un veterinario.
Esta práctica se extiende hasta el nivel de no llevar al perro al veterinario para que se le apliquen las respectivas vacunas.
Incluso, prefieren buscar amigos o familiares que automediquen al perro sin tener conocimientos en medicina e incluso de enfermería.
Con certeza, es una práctica irresponsable por parte de los adoptantes.
- Los perros no son personas:
Los adoptantes deben tener en cuenta siempre que el perro no es un humano, por lo tanto, no debe humanizarse.
Eso significa que no puede consumir medicamentos de uso humano y menos sin la supervisión de un veterinario.
Hay ciertas sustancias que los humanos sí podemos metabolizar y los perros no.
- Ibuprofeno solo para humanos:
Aunque muchos han visto que el ibuprofeno puede dar muy buenos e increíbles resultados en las personas, esto no sucederá igual en un perro.
Aunque sea un medicamento muy común de utilizar en los animales a través de la automedicación, el adoptante debe evitarlo.
- Paracetamol, un medicamento muy común:
El paracetamol es uno de los medicamentos más comunes que se suministran a los perros en la automedicación.
No obstante, el paracetamol, es una sustancia con un número de químicos que no podría soportar un perro.
Es un analgésico que en perros puede causar graves problemas en el hígado y alteración en el transporte de oxígeno de los glóbulos rojos a los tejidos.
Importante:
- Existen muchos casos tratados por veterinarios expertos, en donde se les da un diagnóstico y tratamiento acertado con dicho medicamento para poder tratar alguna patología crónica que pueda estar sufriendo el perro. Para ello, el experto sabe exactamente la dosis y el tiempo que el perro puede tomar el medicamento. Ahí está el verdadero problema al momento de automedicarlos.
- Es muy peligroso cuando hay adoptantes que no toman los consejos necesarios aportados por el profesional y optan por la opción de darle medicamentos prohibidos a sus mascotas. Todo esto lo hacen sin ser conscientes del impacto que podría tener en el perro su mala decisión.
- Desde hace muchos años los médicos han advertido todos los riesgos y peligros que se tiene cuando una persona le practica la automedicación a un perro, debido a que no hay duda de que el perro podría tener considerables repercusiones en su salud y su organismo.
Lo más conveniente es que nunca se le administre ningún fármaco a un perro sin antes estar seguro de la patología que padece.
Para ello, un médico veterinario debe realizar las pruebas que sean necesarias para indicar un tratamiento seguro para la mascota.
Muchos adoptantes prefieren evitar la visita al veterinario por falta de dinero, porque lo consideran un gasto, o porque creen que el perro puede sanar sin problema con la automedicación.
Sin embargo, las consecuencias de hacerlo, son peores y, al final, el perro resulta lastimado considerablemente.
Peligros de los antibióticos en los perros
Existe un problema sumamente grave y es cuando el perro desarrolla una gran fortaleza a los antibióticos.
Esta resistencia a los antibióticos es el resultado del consumo excesivo de estos medicamentos.
Los antibióticos se vuelven prohibidos para los perros cuando no se tiene un control veterinario y precauciones previas para poder suministrarlos.
- Resistencia a los antibióticos:
La resistencia a los antibióticos es un término que se utiliza para poder describir las situaciones en la que las bacterias pueden lograr sobrevivir y multiplicarse, aun cuando si hay una presencia de antibióticos.
Este puede haberlas matado en algún momento o simplemente detener su proliferación dentro del perro.
- Antibióticos y bacterias:
Hay muchos casos en que los antibióticos actúan de la manera que se necesita, eliminando en su totalidad las bacterias, pero hay otras situaciones en que sobrevivirán algunas y transmitirán esa fuerza a otras bacterias.
Hay organismos superiores que tienen bacterias que pueden transferir su ADN hacia otras bacterias que no son de su procedencia, sino hacia otras especies de bacterias.
No obstante, el verdadero problema no reside en que hay bacterias que causan enfermedades y son resistentes a los antibióticos.
El problema principal es que, los genes tienen resistencia a cualquier tipo de bacteria que transfiere su capacidad hacia otras millones de bacterias.
Importante:
Es muy común que las personas le autoreceten medicamentos a sus perros que contengan antibióticos.
Por lo general, los médicos veterinarios advierten que los antibióticos pueden ayudar a combatir a una gran cantidad de infecciones que pueden afectar a los perros.
Sin embargo, estos fármacos son necesarios cuando las infecciones son graves dentro de organismo del perro pero bajo ninguna circunstancia deben administrarse sin un control veterinario previo y con las precauciones necesarias que suministrar un antibiótico requiere.
Este problema, cuando el perro desarrolla una gran fortaleza a los antibióticos, no solo se debe al consumo de medicamentos de la automedicación, sino que también existe el punto en el que los alimentos que consumen provienen de una carne producida en granjas industriales.
Este tipo de carne procesada contiene aproximadamente un 90% de antibióticos.
Es ese sentido, es muy común que los residuos de antibióticos pasen a la cadena alimenticia.
Podría ser muy común que si un veterinario no le ha recetado a un perro un tipo de antibiótico, este se vea expuesto a ellos muy fácilmente por medio de los alimentos que consume con regularidad.
Las mascotas son animales que están bajo la responsabilidad absoluta de sus adoptantes, pero necesitan de un especialista que pueda determinar la patología que puedan tener y conocer bien de qué origen bacteriano proviene.
Existen muchas enfermedades producidas por bacterias que necesitan de un tratamiento antibiótico obligatorio, pero bajo el control de una receta médica.
El ibuprofeno no es un medicamento para utilizar en los perros
El ibuprofeno se encuentra en la lista de los fármacos que más suele administrarse a los animales, sin antes realizar una consulta a un veterinario.
Recordemos que es un antiinflamatorio.
En consultas veterinarias es el medicamento que más casos de toxicidad produce, por tanto, hay dos problemas: el de antes del ibuprofeno sumado a las consecuencias que provoca el ibuprofreno en el perro.
Es necesario que los adoptantes de los perros tengan en cuenta que este fármaco está idealmente pensado en el bienestar de las personas y los perros no lo son.
El cuerpo del perro no tiene la capacidad de poder asimilar correctamente las sustancias que posee el medicamento.
Recordemos que solo lo pueden tolerar los humanos.
Por lo tanto:
- Se debe tomar muy en cuenta que los perros nunca reaccionarán igual que una persona al consumir el medicamento.
- El cuerpo de los perros no posee las mismas funciones, ni es capaz de recibir los medicamentos de igual forma dentro de su sistema.
- Estas medicinas pueden ser completamente inofensivas para un ser humano, pero tienen un impacto completamente diferente en el perro.
- El perro posee enzimas que son diferentes a un ser humano. Estas se encargan de atacar a los fármacos que entran en su sistema y actúan de manera distinta cuando deben encargarse de eliminar esas sustancias de los perros.
Consecuencias de dar ibuprofreno o naproxeno a un perro: puede producir severas úlceras gástricas e intestinales.
Los medicamentos de las personas no reaccionan igual en perros
Es muy seguro que las personas vean la automedicación en los perros como una práctica sumamente normal, cuando ciertamente no lo es.
Existen razones de peso que afirman que hay un gran número de medicamentos prohibidos para perros que se deben evitar bajo cualquier circunstancia.
- Lo primordial que se debe hacer en casos de enfermedad en el perro es acudir al veterinario inmediatamente. Si bien es cierto que algunos pueden ser utilizados en los perros, hay que tener bases sólidas acerca de qué dosis podría administrarse y hacia qué patología crónica se asocia su tratamiento.
- Es necesario que los adoptantes entiendan que no sirve el tratar de calcular las cantidades que un perro debe de ingerir de un medicamento. Muchos de estos medicamentos tienen prospectos que se asocian a la edad y peso de niños y adultos. En función a esto, se debe tener en consideración que el organismo de los perros no funciona igual al de los humanos, y realizar cálculos de esta forma, puede ser muy perjudicial para el perro y su salud en general.
La importancia de las pruebas de cultivo en un perro y evitar la automedicación
En cualquier caso que se presente una sospecha de que el perro tiene alguna infección, lo más seguro es acudir al veterinario para emita un diagnóstico acertado.
Antes de iniciar con un tratamiento, el especialista deberá de solicitar una prueba de sensibilidad y cultivo. Esta prueba es para poder determinar el tipo de bacterias que hay en el organismo del perro.
Puede existir la posibilidad de que el veterinario prescriba un antibiótico sin haber realizado un cultivo con anterioridad, pero eso no es lo correcto.
Las pruebas de sensibilidad y cultivos son necesarias para poder determinar correctamente qué antibiótico debe prescribirse al perro, en caso contrario, el veterinario solo estaría adivinando el antibiótico para el tratamiento.
Muchos adoptantes tienen confianza con el médico veterinario, puesto a que muchos son excelentes acertando ciertas patologías y otorgando los tratamientos necesarios, pero esta práctica conlleva un gran riesgo para el perro.
El riesgo mayor, es en el caso de que las cepas de las baterías puedan sobrevivir en el organismo del perro y se vuelvan resistentes al antibiótico.
Importante:
Cuando se prescriben antibióticos sin la necesidad de que sean utilizados, o no son los adecuados para un tipo específico de infección, se aumentan las posibilidades de que la resistencia aparezca en el organismo del perro.
Por ello las pruebas de sensibilidad y cultivo podrían proporcionar mucha información al veterinario para poder otorgar un tratamiento seguro y totalmente confiable.
Sin duda, nunca se debe automedicar a un perro con antibióticos.
La función principal del cultivo es poder mostrar el área que se encuentra afectada.
Para descubrirlo, con la ayuda de un hisopo estéril, se sumerge en la orina del perro y se procede a realizar la incubación para monitorear las reacciones y crecimientos del organismo.
Por lo general este proceso comienza al día posterior a la incubación.
Conclusión
Cada perro es un ser único y con organismos totalmente diferentes y singulares.
Todo depende de la raza, peso y edad de los perros para poder determinar tratamientos especiales para las patologías que puedan estar sufriendo.
Para saberlo, solamente se logra con un especialista profesional en el área.
Tiene que ser un veterinario que sea sumamente preparado para poder estudiar los síntomas y de esa forma confirmar y aportar un tratamiento que se adecue a las necesidades del perro.
Realizar las pruebas pertinentes para poder determinar las patologías que tenga un perro, siempre será lo más correcto cuando se trate de la salud del animal.
Evitar en lo máximo posible la automedicación siempre será lo más razonable y responsable que podrán realizar los adoptantes que verdaderamente aman a sus mascotas.