Vacaciones con perro en Ibiza: las vacaciones de Lucca

por admin

Bueno, bueno, bueno… ¿Quién me iba a decir que en Instagram se pueden hacer amigos? Pues creedme que sí, se hacen, y algunos hasta vienen de visita y deciden pasar sus vacaciones con perro en Ibiza. ¡Olé!

Vacaciones con perro en Ibiza

Los humanos de Lucca han venido de vacaciones a Ibiza y hemos aprovechado para enseñarles lo más perruno de la isla.

Y es que sí, se puede venir de vacaciones con perro en Ibiza, así que he decidido contaros nuestros planes con perro en la isla:

Viernes, 13 de octubre

Si es que la fecha ya lo dice todo… Viernes, 13.

Llegaron en barco a las 8 de la mañana y quedamos en encontrarnos en la playa para perros de Figueretas hacia las 11, y tras las presentaciones en directo, sobre todo, de Uma y Lucca que, por cierto, se cayeron muy bien, no estuvimos ni 5 minutos en los que se echaron unas carreras por la playa y hubo revuelque en algas… ¡que Lucca se clavó un anzuelo!

De esos que vienen del mar de algún pescador que perdió en un día de pesca (queremos pensar que se le perdió y no lo tiró), así que directos al veterinario donde dejamos a Lucca durante dos horas y media para que le extrajeran el anzuelo de la pata y pudiéramos retomar planes.

vacaciones con perro

Cuando fuimos a buscarla entendimos que la perra no tenía muchas ganas de planes.

Estaba asustada y no quería apenas levantarse del suelo… Animalito… Así que tras darle tiempo a descansar, decidió que no se quería mover del hotel, y así fue.

Sábado, 14 de octubre

Llevaron a Lucca a revisión veterinaria y comprobaron que estaba de lujo, solo que al tirarle la herida la perrita estaba incómoda, así que retomamos los planes y el sábado lo dedicamos a pasear por mi ciudad: Santa Eulària des Riu.

Lo primero que hicimos es ir a la playa canina, en esa no había peligro puesto que es la playa habitual de Uma y nunca había pasado nada.

Ahí ya dieron rienda suelta a sus revolcones en algas, baños y carreras.

vacaciones con perro

Comimos en la terraza de un restaurante Thai donde Uma y Lucca pudieron recargar las pilas descansando bajo la mesa.

Tras comer, dimos un paseo por el Paseo Marítimo hasta el puerto.

Nos tomamos (los humanos) un helado y subimos al casco antiguo de la ciudad, donde se sitúa la iglesia – fortaleza, llamada Puig de Missa y que data del siglo XVI.

¡Las vistas desde allí son preciosas! Lucca hizo algún amago de huelga quedándose parada, normal al encontrarse muy incómoda con la herida del anzuelo.

vacaciones con perro

Tras la visita a la Iglesia del Puig de Missa, bajamos haciendo la ruta del río, por cierto, el único río de las Islas Baleares, de ahí también que mi ciudad se llame Santa Eulària des Riu.

En la ruta pasamos por el Museo de Interpretación del Río, que nos llevó al puente y de ahí a la playa.

El paseo es muy pintoresco, los perros disfrutaron mucho del paseo y el colofón final fue llegar a la playa a última hora de la tarde, cuando ya no había nadie en la playa y pudimos pasear por la orilla del mar durante una media hora…

No hay documentos gráficos, pero tanto Uma como Lucca acabaron como escalopes, y obviamente, en la bañera.

Domingo, 15 de octubre

El domingo era día de ruta y como Lucca aún se sentía incómoda, decidimos no hacerla muy pesada, así que nos dirigimos a la playa de Las Salinas.

Aunque en octubre se pueda pensar que apenas queda gente, las playas estaban abarrotadas, pero el ir a Las Salinas fue una muy buena opción, ya que se trata de una playa con muchísimas calitas y nosotros nos afianzamos una para nuestras peludas.

¡Cómo disfrutaron del agua!

vacaciones con perro

Tras estos juegos en la playa en la que se bañaron, hicieron agujeros en la arena, buscaron palos, etc. hicimos una caminata hasta una Torre de Vigilancia del siglo XVI, construida para vigilar y dar aviso de avistamientos piratas.

Frente a esta Torre hay un pequeño acantilado bordeado por casetas de pescadores, un lugar con sombra ideal para comer y descansar de tanto sol (en nuestros cogotes se podía freír un huevo).

vacaciones con perro

Tras comer, retomamos el paseo por un camino dunar entre pinos para coger el coche y dirigirnos hacia otra playa llamada Es Codolar, repleta de cantos rodados, pero la visita era más para que los humanos vieran de cerca el Parque Natural de Las Salinas de Ibiza, principal industria de la isla y llamada Oro Blanco allá por los siglos XII y XIII, cuando la isla estaba bajo el imperio musulmán (y cuya explotación empezaron los fenicios allá por el 600 a.c.).

En Es Codolar, a Uma le entró la locura con las piedras y Lucca se volvió a dar un buen baño.

vacaciones con perro

Tras agotar todavía más a las dos peludas, nos dirigimos al puerto de Ibiza, para tomar algo en una terraza y descansar de este día tan bonito, contemplando el atardecer con Dalt Vila al fondo.

Lunes, 16 de octubre

Lucca y sus humanos pasaron la mañana recorriendo las callejuelas de la ciudad amurallada de Ibiza, así que por la tarde nos unimos a ellos mostrándoles un poquito de nuestra cultura llevándoles a conocer el primer asentamiento humano en Ibiza por parte de los Fenicios.

Fue en Sa Caleta, por lo que aprovechamos para hacer unas bonitas fotos del lugar.

vacaciones con perro

Nadie se puede ir de Ibiza sin ver la famosa puesta de sol.

Y qué mejor que verla con Es Vedrá al fondo con la mejor compañía.

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Martes, 17 de octubre

El día amaneció fantástico y pedía a gritos una ruta, así que decidimos hacerla por el sur de la isla.

La primera parada fue en Cala Comta, una de las playas más bonitas de la isla pero que esconde rincones muy bonitos que teníamos ganas de enseñar a Lucca y a sus humanos, así que caminamos a ras del acantilado para dirigirnos hacia una cueva natural conocida como Sa Figuera Borda donde aprovechamos para comer.

vacaciones con perro

Después, recorrimos un sendero hasta la playa y nos dirigimos a un reloj solar que hizo Andrew Rodgers a petición de Guy Laliberté, propietario del Circo del Sol, llamado Time and Space y, de paso, ver las puertas de Cala Llentia.

vacaciones con perro

Tras pasar tanto calor recorriendo caminos y excursioneando, nuestras dos peludas se merecían un buen baño y así se lo pasaron de bien en la playa Cala Bassa:

Vacaciones con perro en Ibiza

Como veis, han sido unas vacaciones que empezaron de manera accidentada pero que no han podido acabar mejor.

Ir de vacaciones con perro es un lujo al alcance de cualquiera: solo hacen falta ilusión y ganas de descubrir junto a tu peludo y si es en compañía de otros peludos, mucho mejor.

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