Dejar oler a tu perro en los paseos y permitir que tenga libertad absoluta para usar su nariz todo lo que pueda en todo lo que le rodea durante su paseo diario es súper importante, y hoy, quiero explicar las razones.
Muchos adoptantes pasean a su perro y apenas dejan que su hocico toque el suelo o se pare a oler.
Las prisas, la falta de paciencia o que no coma o lama según qué cosas puede llevar a un adoptante a no querer que su perro se explaye en el arte del olfateo, pero créeme, que dejar que use su olfato tiene numerosas ventajas.
Dejar oler a tu perro en los paseos siempre que puedas
Sabemos que el perro es uno de los animales con el olfato más potente de la naturaleza.
Y, sin embargo, cuando empiezan a convivir con nosotros este sentido súper potente se va atrofiando, y es que apenas les dejamos olfatear a su gusto.
Si nosotros somos animales visuales ya que obtenemos la mayoría de la información de nuestro entorno a través de los ojos, los perros obtienen información del mundo a través de su nariz.
Para que te hagas una idea, si vamos al campo nosotros podemos oler un ligero olor a hierba cuando aspiramos aire por la nariz.
Un perro aspirando aire por la nariz puede tener información de la hierba, las personas que han pasado, los perros que han dejado su información, si hay algún rastro de comida, entre miles de olores más que nosotros somos incapaces de descifrar.
Impedir que nuestro perro huela durante el paseo, es como si nos sacaran a nosotros a pasear con una venda en los ojos.
Olfatear estimula su mente
Esta es la razón más potente para permitir que el perro huela siempre que quiera.
Un perro que tiene libertad absoluta para olfatear es mucho más ágil mentalmente, ¿esto qué supone?
- Estar más abierto a aprender cosas.
- Conseguir un sueño más reparador.
- Ser un perro más equilibrado.
- Conocer más su entorno, le hará sentirse más seguro.
Si no tienes la oportunidad de dejar que tu perro olfatee libremente en sus paseos como te gustaría, puedes realizar en casa juegos de olfato: esconder golosinas por casa, esconder su muñeco favorito y ordenarle que busque, esconderte tú, etc.
En conclusión, un perro que tiene libertad para olfatear es un perro mucho más feliz.
4 comentarios
Tengo un Kangal Turco y es una maquina de explorar.
Cada sabado lo llevo al parque y prefiere olfatear antes que jugar. Es increible, recorre cada rincon, cada arbol, olfatea los zapatos de todas las personas. Es un loco, lo adoro, es mi loco.
¡Son geniales! Un saludo, Kangal!