Collarín para perros: usos y características

por admin

El collarín para perros es un elemento que ayuda a mejorar el bienestar de la mascota que en su momento lo necesite.

Estos se colocan en la zona del cuello para evitar que el perro se muerda, lama o se lastime alguna una zona determinada.

El collarín para perros también se usan, en muchos casos, cuando el perro está en medio de algún tratamiento médico o tras una cirugía.

Este accesorio, a pesar de sus beneficios, puede llegar a ser bastante molesto para un perro que nunca lo ha utilizado, motivo por el cual se deben tener en cuenta algunas opciones para mejorar su comodidad, siempre y cuando el veterinario lo autorice.

En caso de que no sea posible, se recomienda siempre seguir las recomendaciones del especialista con el fin de ayudar a la recuperación del perro.

Por tal motivo, los adoptantes deben conocer los tipos de collarines, sus tipos, cómo son, cuándo usarlos, entre otros detalles que lo ayudarán con su mascota en caso de necesitar usar uno. 

Tipos de collarín para perros

Existen diferentes collarines para perros, entre ellos se destacan los siguientes.

Estos son collares más flexibles y acolchados.

Por lo general, pueden encontrarse algunos modelos de este tipo de collarín en tiendas especializadas en productos para mascotas.

También llamados collares anti mordiscos, son collarines que se utilizan para que el perro no pueda lamerse las heridas.

El principal beneficio que se puede obtener de un collarín de este tipo, es que no afectará la vista periférica del perro, lo que lo hace ser mucho más cómodo. 

Los collarines pueden ser incómodos en muchas circunstancias, pero en tiendas de mascotas pueden encontrarse modelos acolchados que son mucho más agradables.

Cuando el perro quiera acostarse, no sentirá el molesto plástico, sino que tendrá un cojín acolchado y cómodo en todo momento.

Aunque son collarines tambien cómodos, son menos efectivos que los antes mencionados.

Son similares a los que utilizan los seres humanos, pero estos no impiden la visión periférica del perro, por ello, se mantendrán más tranquilos al usarlo.

Nota: Aunque los collarines también cumplen la función de los collares isabelinos, no son parte de la misma familia de collares para perros.

Los collares isabelinos destacan por tener forma de cono, algunos pueden ser acolchados, elaborados en plástico o en cartón.

collarín para perros

Son un elemento que los veterinarios solicitan en los casos donde se requiera evitar que un perro lastime una herida reciente o se lama.

En cambio, un collarín para perros puede utilizarse como solución efectiva para enseñar al perro a utilizar su collar de identificación, en el caso de que se lama constantemente sus patas o muerda ocasionándose heridas.

También como una herramienta alternativa al collar isabelino, siempre y cuando el veterinario lo apruebe.

Collar isabelino, el más popular

Si tras haber visitado al veterinario el perro regresa a casa con un cono alrededor de su cuello, debe saber qué es y por qué se encuentra allí.

Este plástico hace la función de collar o collarín canino y suele conocerse como collar isabelino o también es popularmente llamado, el “cono de la vergüenza”.

Se trata de un collar de recuperación que tiene una forma circular y pueden encontrarse en presentaciones de tela o plástico que envuelve la circunferencia de la cabeza del perro.

Su función es evitar que la mascota comience a lamer sus heridas o rascarse.

Por instinto, cuando el perro tiene una herida que se encuentra cubierta por un vendaje puede intentar arrancárselo y esto ocasionaría que se retrase el proceso de curación de la herida.

Es en este punto donde entra en juego el collar isabelino, que ayudará a que se pueda recuperar mucho más rápido y mejor. 

Diferentes tipos de collarines isabelinos 

Al ser uno de los collarines más populares para utilizar en perros, el collar isabelino tiene tres presentaciones diferentes.

Se elaboran con la finalidad de permitir que el perro tenga movilidad, pero que no llegue alcanzar las heridas con sus patas, bien sea que estén ubicadas en el vientre o en su espalda. 

Entre las presentaciones de collarines isabelinos que pueden encontrarse, desglosamos las principales opciones disponibles en tiendas para mascotas:

Rígido

El collarín rígido es uno de los modelos más utilizados y famosos entre los veterinarios.

Tiene una forma de lámpara u óvalo que se coloca alrededor del cuello del perro para poder evitar que pueda llegar con sus extremidades o a zonas no deseadas.

Los materiales con los que se realizan suelen ser de forma semiflexible, pero bastante eficaces, por tal motivo puede ser complejo para el perro alcanzar sus heridas con ayuda de sus patas. 

El principal problema de este tipo de collarines es la incomodidad que ocasiona en el perro, porque bloquea la totalidad de su visión periférica.

Por lo tanto, el animal puede sentirse estresado o incluso un poco nervioso.

Adicionalmente, la movilidad en la vivienda puede afectarse en caso de que se trate de zonas que son demasiadas estrechas.

collarín para perros

Flexible

Es uno de los collarines más famosos porque permite al perro tener una mayor movilidad.

A diferencia de los collarines rígidos, se elaboran con materiales que son más flexibles o blandos.

En algunas circunstancias pueden encontrarse modelos de plástico flexible o de cartón, estos se recubren con materiales acolchados y mejoran la comodidad de la mascota.

Sin embargo, son collares que no son demasiado efectivos como los modelos rígidos, ya que por ser un tipo de diseño con gran flexibilidad puede proporcionar un acceso más simple hacia la zona afectada.

Sin embargo, si hablamos de comodidad puede ser mucho mejor para que el perro se adapte a utilizarlo.  

Hinchable

Tienen la forma de una almohada hinchable que se fabrica con material bastante cómodo y duradero.

Los collares isabelinos de este tipo pueden tener una correa adicional que ayuda a que se mantenga sujeto del cuello sin inconvenientes. 

La forma del collarín es igual al de otros isabelinos, pero su beneficio es que no bloquea la visión periférica, por lo tanto, le da facilidad al perro de poder acceder hacia otros lugares,

Es uno de los modelos más cómodos que pueden encontrarse, además, ayuda a que la mascota se mantenga tranquila y ligera.

No obstante, debes considerar que, al tratarse de un collar tan flexible y cómodo, puede que no haga el mismo efecto que el modelo rígido e incluso el flexible. 

¿En qué casos se debe utilizar un collarín para perros?

Como se mencionó anteriormente, el collarín para perros o collar isabelino puede utilizarse en diferentes circunstancias, siendo la principal de ellas la de evitar que lama o lastime una herida. 

  • El perro se encuentra recuperándose de una herida:

Cuando el perro ha tenido un corte grave es posible que se requiera de una intervención quirúrgica.

Por lo tanto, tu médico veterinario te recomendará que utilices un collarín para evitar que tu perro se rasque en la zona que tenga afectada.

Como he comentado, esto puede ocasionar que el proceso de curación sea más lento. Por ejemplo, en los casos de castración y esterilización.

  • El perro se lame constantemente:

Los perros pueden desarrollar comportamientos donde se lamen y muerden consecutivamente algunas zonas de su cuerpo.

Por tal motivo, pueden aparecer granulomas, comenzar a perder pelo y, en el peor de los casos, se puede generar una grave infección.

collarín para perros

En ese sentido, se requiere el uso de un collarín para evitar que el tratamiento de la herida se vea afectado. 

  • La mascota sufre de alergias u otros inconvenientes en la piel:

Un collarín es perfecto para los casos donde el perro sufre de alergias en su piel o si presenta problemas en la piel, en general, para que no pueda lastimarse a sí mismo.

Los problemas se deben abordar desde la raíz para que sean tratado correctamente, pero el beneficio de utilizar el collarín es evitar que se lama las heridas ya existentes mientras el veterinario busca una solución.

  • Cuando el veterinario lo recomiende:

Si el veterinario cree necesario que el perro debe o necesita utilizar un collarín por problemas con heridas abiertas o para evitar infecciones, recomendará un tipo especial.

Recordemos que hay diferentes tipos de collarines y el experto te indicará el que mejor se adapte a la situación de tu mascota.

Principales recomendaciones para el uso de un collarín para perros

Para el uso de un collarín canino o collar isabelino se deben tener en consideración los siguientes aspectos:

  • Que no quede holgado:

El collarín no debe quedar holgado o el perro puede quitárselo dando golpes contra algún objeto.

Tanto el ruido que genere al golpearse como el golpe en general, pueden ocasionarle inconvenientes.

Tampoco debe quedar demasiado ceñido al cuello del perro o podría ahogarlo.

Para comprobar que se encuentra correctamente, pasé su dedo meñique entre el cuello del perro y el collar para verificar que la medida es la correcta.

  • Cuidar alguna lesión: 

Se debe revisar constantemente que el collarín no está ocasionando una lesión en el perro.

Por tal motivo, el adoptante debe asegurarse de que el collar no roza su cuello.

Si el collar le ocasiona abrasiones esto no lo tolerará, además existirán nuevas heridas que pueden ocasionar que la situación de tu mascota empeore. 

  • Perros con pelo largo o abundante: 

Si el perro tiene demasiado pelo, quítale el collar cuando esté en la supervisión de tu veterinario para evitar que se enrede demasiado.

  • Seguir las indicaciones del médico:

Siempre debes seguir las indicaciones que proporcione el veterinario, de esta forma las heridas se curarán con mayor rapidez.

También cuando el perro utilice el collarín correctamente. 

Consejos para ayudar a un perro a acostumbrarse al collarín

En muchos casos al perro le será complejo acostumbrarse al uso de este accesorio, por lo que será muy común que intente quitárselo, morderlo o empujarlo con sus patas.

También no dudes que te hará hacer sentir mal mirándote con mirada tierna y apesadumbrada.

Los perros pueden tardar en acostumbrarse al uso del collarín pero, como adoptante, puedes ayudarlo de diferentes maneras.

  • Prueba diferentes collarines:

Tal vez el perro se encuentre incómodo con collares rígidos, pero el hinchable puede que no sea demasiado para él.

Si la herida que tiene lo permite, es una buena opción.

Recuerda que debes elegir un collarín que sea del tamaño correcto del perro.

  • Más atención para que se sienta cómodo y feliz:

Aunque es posible que el perro esté un poco desanimado, debe acostumbrarse a utilizar el collarín.

Para lograrlo, proporciona un poco más de atención para hacerlo sentirlo cómodo o también puedes ofrecerle algún juguete que le guste.

  • Acompaña siempre al perro durante sus primeros días utilizando el collarín:

Durante los primeros días utilizando el collarín, el perro puede sentirse incómodo, comenzará a tropezar con elementos y puede parecer bastante frustrante, estresante y molesto.

Como adoptante, considera que un collar isabelino puede restringir la movilidad del perro, así como su visión.

En un principio al perro parecerá complejo caminar en los espacios más estrechos, pero una forma factible de facilitar su movilidad es liberar los espacios para que no haya sillas, taburetes o mesas que le impidan desplazarse con tranquilidad. 

La mayoría de los perros aprenden con mucha rapidez y pueden acostumbrarse a utilizar el collar sin problema.

Si inicias el procedimiento de curación y acompañas a tu mascota durante el mismo, este será mucho más efectivo.

Simplemente, no es colocarle el collar y mantenerlo en un lugar apartado, sino proporcionarle ayuda al momento de comer, moverse y para todo lo que tu mascota pueda necesitar.

Conclusión 

Los perros son animales que lamen sus heridas de manera instintiva, por lo tanto, es algo muy común.

La saliva permite que se pueda crear una sensación de calma, además es antibacteriana y antimicrobiana.

No obstante, la saliva posee algunos patógenos que pueden llegar a ser peligrosos para la salud del perro.

Lo mejor es que siempre se utilicen antisépticos proporcionados por veterinarios que pueden tratar las infecciones a profundidad.

Por ello, un gran elemento que los adoptantes necesitan en estos casos es el collarín o el collar isabelino, debido a que son herramientas efectivas para prevenir nuevas lesiones, rotura en la sutura de heridas y posibles infecciones.

Además, cuando las heridas necesitan airarse, los collarines son los mejores accesorios para permitir que sanen correctamente.

Uma estuvo utilizando un collar isabelino nada más y nada menos que durante casi 3 meses debido a que de cachorra desarrolló ojo cereza en ambos ojos.

Si bien al principio la incomodidad era latente, al cabo de dos días se acostumbró a él hasta el punto de olvidarse del mismo por completo.

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