Nuestro viaje llegaba a su fin. Llevábamos ya más de dos semanas viajando en coche con Uma y acusábamos no solo el cansancio si no también el calor de pleno julio. Además, se esperaba en los próximos días una ola de calor y por ahí ya no queríamos pasar, así que abortamos nuestra idea de viajar por el sur de Andalucía para dar por finalizadas nuestras vacaciones haciendo pequeñas paradas en Trujillo, Cáceres, Badajoz, Sevilla y Murcia.
Excursión con perro a Trujillo
De verdad que Extremadura es poco conocida a nivel turístico, y tiene tanto por descubrir que tenemos apuntado ya en nuestra agenda conocerla más a fondo: el Valle del Jerte, el teatro romano de Mérida, la Garganta de las Calabazas, Robledillo de Gata, Barruecos, la Garganta de los Infiernos, Plasencia, Jarandilla de la Vera, el meandro de Ríomalo, Granadilla… Vamos… Que hay que volver sí o sí.
Con tan poco tiempo y siendo Extremadura tierra de conquistadores, no podíamos pasar de largo de Trujillo, la tierra que vio nacer a Francisco Pizarro, conquistador de Perú.
Los trujianos me van a decir que opine mejor de mi pueblo, sin embargo, he de decir, que me sobraban los coches en la Plaza Mayor.
A mí que me gusta imaginarme los sitios que visito en su esencia, tanto coche hizo difícil trasladarme a los tiempos de Pizarro.
La Plaza Mayor es espectacular y los edificios que la abrazan, si no hubiera coches, fácilmente te trasladarían al año 1500.
Porque sentados en una terracita tomándonos unas tapitas se podía divisar la estatua de Pizarro, el Castillo de Trujillo, la iglesia de San Martín, el Palacio de los Orellana Toledo, el Palacio de San Carlos, el Palacio de la Conquista…
No dudamos en callejear con Uma y perdernos por el centro histórico con sus calles adoquinadas y estrechas donde nos encontramos con multitud de tiendecitas de las que te llevarías de todo (queso del Casar, perrunillas,…), ¡menuda gastronomía se gastan! e ir topándote con edificios medievales espectaculares, como el Palacio de Francisco Orellana (el que fuera conquistador del Amazonas), la iglesia de San Francisco, el Palacio de Juan Pizarro, etc. y no dudes en mirar al cielo, porque Trujillo está repleto de cigüeñas.
Trujillo es monumental. Nosotros pasamos tan solo una mañana y recomendamos muchísimo su visita.
Excursión con perro a Cáceres
Tras Trujillo, pusimos rumbo a Cáceres, ya que teníamos muchçisimas ganas de conocer su ciudad histórica, Patrimonio de la Humanidad, pues en ella puedes descubrir uno de los conjuntos urbanos de la Edad Media y del Renacimiento más completos del mundo. En esta ciudad se han grabado muchas películas y series, como «La Celestina», «La Catedral del Mar» o la famosa «Juego de Tronos» donde esta ciudad vieja ha sido el escenario perfecto como Desembarco del Rey, y es que cada rincón de la ciudad vieja parece un decorado de cine.
A diferencia de Trujillo, en la ciudad histórica de Cáceres no vimos un solo coche. Esto ayudó a que te imaginaras perfectamente la vida en la época Medieval.
La ciudad histórica de Cáceres, como muchas de las grandes ciudades medievales también está amurallada.
Nos encantó comprobar que todo estaba cuidado al mínimo detalle.
Todo el casco histórico está compuesto por casas y palacios, iglesias y conventos, plazas y torres defensivas… De verdad, que es un placer para la vista.
Me quedaba embobada identificando las gárgolas de algunos edificios, los escudos grabados en piedra sobre las paredes de las casa o los pequeños detalles que hacían especial cada construcción, como este balcón que en cualquier momento te esperabas que asomara Julieta esperando a su Romeo (aunque ellos vivieran en Verona y en otra época).
Como ya nos pasara en Pedraza, el sitio es tan tranquilo y silencioso que te daba apuro levantar algo la voz, así que hablábamos susurrando prácticamente.
No puedo más que recomendar la visita a esta maravillosa ciudad. Es como viajar en el tiempo. ¡Me hubiera encantado recorrerla de noche!
Tras Cáceres, pusimos rumbo a Badajoz donde pasamos una noche. Hacía tanto calor que era imposible ver nada con Uma. Así que decidimos disfrutar de recorrer Badajoz y alguno de sus pueblos sin salir del coche y dela aire acondicionado. Eso sí, el campo extremeño es espectacular…
Acabamos en Sevilla, donde el calor tampoco nos dejó disfrutar de su visita, así que dimos por finalizadas las vacaciones tras 18 días recorriendo la península en coche dirigiéndonos a Denia para volver a coger el barco que nos llevaría a casa, no sin antes, hacer parada en Murcia para conocer a @pinto_dachshund y en Alicante para conocer a @elma.dachshund.mini.
Unas vacaciones en coche con perro que no hubiéramos imaginado tan fantásticas. Quitando el calor de los últimos días que abortó nuestro viaje por el sur de España, el resto del viaje con Uma ha sido espectacular. Podemos decir, en nuestro caso, que todo el recorrido que hicimos, los restaurantes donde comimos, los sitios donde nos alojamos, las excursiones que realizamos, etc. solo fueron facilidades con Uma. En la gran mayoría de sitios no nos pusieron pega alguna por ir con perro, así que solo me queda recomendaros al 100% que si vais de viaje no dudéis en ir acompañados de vuestro peludo.