Escogimos Burgo de Osma porque era una ciudad que nos apetecía conocer y porque desde allí podíamos dirigirnos a numerosos pueblos con encanto y a rutas de senderismo súper interesantes que nos moríamos de ganas de hacer, como el Cañón de Río Lobos.
No encontramos alojamiento en Burgo de Osma, así que nos alojamos en un pueblo cercano que hizo que nuestra experiencia fuera más maravillosa si cabe. ¡Benditas casualidades!
Viajar con perro: Burgo de Osma y alrededores
Tras nuestro viaje a La Rioja, iniciamos rumbo a Valdemaluque desde Arnedo. Viajar en coche con perro por carreteras secundarias es la mejor opción para darte de bruces con pueblos que no te esperas, como Yanguas, un pueblo soriano que se encuentra en la frontera con La Rioja que es de cuento de hadas…
Os aseguro que vale la pena pararse… El tiempo se detuvo y es un gustazo pasear por el puente de tres ojos de Santa María que salva el río Cidacos y, que por cierto, también podréis descubrir icnitas por la zona, visitar la iglesia de Santa María y callejear por el pueblo de Yanguas construido en su totalidad con casas de lajas de piedra… Lástima que nosotros no pudiéramos estar más tiempo…
Yanguas es de esos pueblos en los que te quedarías una temporada para desconectar porque está aislado del mundo. ¡Volveremos seguro!
Como he comentado, no encontrar alojamiento con perro en Burgo de Osma hizo que tuviéramos que alojarnos en una aldea llamada Valdemaluque. ¡Qué pasada de pueblo! Sin tiendas, ni bares, … prácticamente casas y algún alojamiento, como el de Apartamentos Julia, unos apartamentos de turismo rural, en una casa reformada que antiguamente pertenecía al cura del pueblo.
Es de esos apartamentos tan acogedores que te arrepientes de no haberte quedado más tiempo solo para descansar… Y es que el apartamento, además de tener todo lo necesario para tener una estancia de diez, tenía jardín con hamacas, barbacoa y mesa exterior… ¡De ensueño! Y Julia, ¡un encanto!
Llegamos desde La Rioja a última hora de la tarde, por lo que nos instalamos y descansamos porque al día siguiente nos esperaba un día muy duro de pateo.
Al día siguiente y tras un desayuno de campeones condujimos hasta Calatañazor, uno de los pueblos con encanto que había que conocer de nuestro país. Y no nos decepcionó en absoluto. Fue entrar, y retroceder en el tiempo.
Nos encantó perdernos por sus calles, comprar en sus tiendas artesanales, divisar panorámicas espectaculares desde lo más alto del castillo…
Desde Catalañazor camino a Muriel, nos paramos en un sabinar repleto de sabinas centenarias y con un diámetro imponente.
Y en Muriel, hicimos nuestra primera ruta de senderismo. Nuestro objetivo: la Fuentona de Muriel y la catarata.
La ruta es muy recomendable, sobre todo, si vas con perro. A Uma la solté desde el primer momento (la puedo soltar porque no se separa de nosotros y a la primera llamada se para en seco) para que disfrutara del paseo olisqueando, mojándose las patas en el arroyo, saludando con quien se cruzara… Y eso que estaba muy rayada porque nos habían alertado de víboras, pero habiendo tanto buitre sería raro que justo una víbora nos sorprendiera por el camino…
El paseo es una gozada. Si no recuerdo mal la hicimos en dos horas, eso sí, sin prisas. Nos llegamos a sentar en bancos para observar la multitud de buitres que nos sobrevolaban. ¡En Ibiza el pájaro más grande que nos ha sobrevolado es una gaviota! Así que nos quedábamos embobados admirando su vuelo.
Aunque el paseo es muy agradable, la época no era la mejor, y la Fuentona no lucía como en invierno (según nos comentaron) y la cascada estaba más seca que la mojama, sin embargo, el paseo valió mucho la pena.
Tras el paseo y de camino al coche nos encontramos con un bar la mar de coqueto y allí nos dispusimos a comer, ya que tras la comida nuestro siguiente destino era el Cañón del Río Lobos y ahí sí que íbamos a caminar.
Como la excursión con perro al Cañón del Río Lobos da para un post, lo contaré con detalle en la próxima entrada.
Al día siguiente, decidimos conocer Burgo de Osma.
Burgo de Osma fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico Artístico por la riqueza de sus monumentos y, a medida que paseas por sus calles, te das cuenta de por qué.
Callejeamos por la Calle Mayor, completamente adoquinada, y bordeada por casas sobre soportales de piedra y madera, pasando por la Plaza Mayor de estilo barroco repleta de gente, y acabando en la plaza de la Catedral con ésta, majestuosa donde las haya… Nos sorprendió muchísimo lo grandísima que era. Entramos y su interior era espectacular (turnándonos porque obviamente Uma no podía entrar).
Seguimos paseando por las murallas de la ciudad, visitando el palacio episcopal, la Universidad de Santa Catalina, el hospital de San Agustín, divisando a lo lejos el Castillo de Osma… ¡Un ciudad muy recomendable!
Tras pasar un par de horas en Burgo de Osma, nos dirigimos a Gormaz, concretamente, a la fortaleza califal del siglo X, que resulta ser la fortaleza musulmana más grande de Europa de época medieval. Esta fortaleza fue protagonista de muchas batallas, y no es de extrañar, teniendo en cuenta que el mismísimo Cid fue su primer alcalde y señor.
Aunque está bastante ruinoso, las vistas bien merecen una visita. La paz que se respira es impresionante.
Tras Gormaz pusimos rumbo a Berlanga de Duero.
Berlanga de Duero es una villa declarada Conjunto Histórico Artístico por haber conservado toda una variedad de casas de estilo medieval con edificios de adobe y entramado de madera.
Su castillo, bien conservado, es una preciosidad.
Finalizaron nuestros días en la provincia de Soria y no puedo más que decir que me ha sorprendido notablemente. Supongo que es lo bueno de no planear viajes y de dejarse llevar.
Si hubiera tenido que planear algún viaje nunca se me hubiera ocurrido ir a recorrer Soria. Es una lástima que turísticamente esté tan olvidada, porque a nosotros personalmente, nos ha encantado y es un destino que recomendamos muchísimo: pueblos con encanto, con tanta huella de caballeros templarios, con tantas alternativas para hacer senderismo, con unos contrastes y unos colores en el campo, espectaculares…
En el próximo post, os contaré nuestra excursión con perro al Cañón del Río Lobos… No os puedo explicar con palabras lo que Uma disfrutó… Un destino obligatorio para viajar con perro.
¡Soria! ¡Qué hermosa eres!