Ya sabéis que yo desde el principio tuve muy claro esterilizar a Uma para evitarle diferentes enfermedades y/o molestias, entre ellas, el embarazo psicológico.
El embarazo psicológico en perras, a pesar de lo que se puede llegar a creer, no es ninguna enfermedad, ni física, ni mental.
Sin embargo, si no se trata adecuadamente, en un futuro sí podría tener como consecuencia alguna patología.
Este embarazo falso que las perras manifiestan es resultado de un desorden hormonal, también conocido como pseudo-gestación.
Los datos indican que un 60% de perras no esterilizadas son propensas a padecer esta irregularidad hormonal, sin tener en cuenta su raza o tamaño.
Cualquiera puede padecerlo en cualquier momento, tras haber tenido su primer celo.
¿Qué es el embarazo psicológico en perras?
Lo primero que se debe destacar en esto, es que la perra no está verdaderamente embarazada, sino que ha sufrido de un desorden hormonal durante el ciclo menstrual.
Este desorden se origina en la fase “diestro” del ciclo.
Tras pasar su periodo de monta, la perra puede tener, debido a las hormonas que segregan sus ovarios, la sensación de embarazo, aunque no hay sido montada por ningún perro.
El cuerpo de la perra sentirá todo el proceso: aumentarán los niveles de estradiol y progesterona, al mismo punto que los de una perra en verdadera gestación.
Producto de ello, sus mamas empezarán a producir leche, se sentirá fatigada, podría sentir contracciones en el útero e incluso puede sufrir cambios psicológicos.
La perra, puede también adoptar comportamientos como el de tener muñecos o trapos, a los cuales identificará como sus cachorros y los cuidará como tal.
Incluso, podría ponerse triste o agresiva si invaden su nido o espacio de maternidad e intentan separarla de estos objetos.
¿Cuánto dura el embarazo psicológico en perras?
El embarazo psicológico en las perras, tras aparecer, puede durar entre 10 días o hasta 3 semanas, aproximadamente.
Una vez niveladas las hormonas, la perra volverá a su estado natural y sus síntomas de maternidad desaparecerán. Será solo un proceso corto, pero muy intenso.
A pesar de ser un proceso natural en las perras, se pueden presentar complicaciones.
Es por ello, que se recomienda acudir a un médico veterinario que lleve el control de la perra.
El experto en salud canina podrá ofrecer valiosas sugerencias que pueden ser importantes y necesarias para su cuidado en ese momento del embarazo psicológico.
Por supuesto, teniendo presente que esto no es una enfermedad y, por lo general, no necesita ningún tipo de fármaco.
Sería un error automedicar a la perra, ya que podría causarle severos daños.
La clave de todo es que el adoptante sea paciente mientras todo ocurre.
Todo llegará a su fin en el momento en que las hormonas terminen de hacer su trabajo.
Cuando todo pase, la perra podrá ser la misma de antes.
Síntomas: ¿Cómo afecta el embarazo psicológico a las perras?
Esta situación, a pesar de normalmente no ir a mayores, sí tiene repercusiones físicas y psicológicas.
La perra puede sentirse agobiada, triste y hasta adolorida por la condición que ha adoptado.
Por todo esto, es importante que, el adoptante responsable, la lleve al médico veterinario.
Síntomas psicológicos del embarazo psicológico
- Aislamiento:
En estos momentos, la perra va a querer su espacio para prepararse y recibir a sus cachorros.
- Cansancio:
Todos los procesos físicos que está asimilando consumen mucha energía, por lo que puede estar cansada gran parte del día.
- Hacer nidos:
La perra se prepara para la llegada de los cachorros, así que hace un nido: un lugar tranquilo, normalmente escondido, donde pueda dar a luz.
- Robar:
La perra puede robar objetos de la casa para llevarlas a su nido. Cosas que pueda considerar útiles.
- Adoptar:
Desarrollará en gran medida su instinto maternal, así que buscará objetos y los adoptará como si fueran sus cachorros.
Los mantendrá en el nido y cuidará de ellos. En intentos por proteger a sus “crías” podría adoptar actitudes agresivas.
También manifestará síntomas de irritación, intranquilidad, estrés y llanto.
Síntomas físicos del embarazo psicológico
- Abdomen inflamado:
Esto puede suceder a causa de un ensanchamiento del útero. Esto ocurre con el objetivo de que haya espacio para que se empiecen a formar los cachorros.
- Contracciones uterinas:
Los síntomas del embarazo psicológico en perras pueden ir tan lejos, que ellas podrían tener experiencias similares a las del parto, donde su útero se contrae para dar a luz.
- Vómitos o falta de apetito:
Este síntoma es algo delicado, ya que no debe confundirse con una enfermedad ajena. Por eso e importante prestar atención.
- Aumento de peso y flujo:
Al igual que cualquier gestación que produce aumento de peso, el embarazo psicológico en perras, también.
Además, puede tener un aumento de flujo vaginal.
- Aumento del tamaño de las mamas:
Esto sucede porque el cuerpo se está preparando para producir leche.
- Producción de leche:
Debido al aumento de la hormona prolactina, las mamas de las perras empiezan a producir leche con el fin de alimentar a los cachorros.
- Estimulación de las mamas:
La perra podría lamer sus mamas y así sacarse la leche.
Esto es un síntoma que se debe evitar totalmente, ya que estaría estimulando la producción de leche. Al ser un embarazo psicológico no tendrá cachorros para amamantar correctamente y eso podría causar una mastitis.
La mastitis, es una infección que conlleva tratamiento farmacológico y, en los peores casos, cirugía.
Mastitis en perras
La mastitis es una infección que se produce en las mamas cuando los conductos de leche en los pezones se obstruyen.
Como mencionamos, esto puede suceder en las perras con embarazo psicológicos por una excesiva producción de leche.
Esta infección, puede incluso volver tóxica la leche que la perra produce.
En casos de partos reales de perras, una madre con mastitis podría matar a sus cachorros debido a la toxicidad de la leche.
Igualmente, algunos expertos sospechan que la mastitis y el cáncer de mama pueden tener relación, sin embargo, no aún no hay estudios confirmados.
Si el adoptante sospecha que su perra puede tener mastitis, debe llevarla inmediatamente al veterinario.
Esta infección puede ser muy molesta y dolorosa para ella.
Algunos síntomas que produce la mastitis y que el adoptante puede identificar, son:
- Fiebre.
- Hinchazón.
- Irritación.
- Pus.
- Vómito y diarrea.
- Secreción agua y/o sangre.
- Fuerte dolor.
- Mamas rojas e irritadas.
Además de ir al veterinario, el adoptante puede ayudar a su perra para que evite la producción de leche.
El aspecto más importante aquí, es que por ningún motivo se lama las mamas porque eso solo ayudará a seguir estimulando la producción de leche.
Una perra con mastitis se puede someter a una dieta total durante 24 horas, culminado este tiempo, es momento de una dieta de líquidos por 48 horas.
Esto con el objetivo de que las mamas se vayan vaciando.
También se le pueden administrar fármacos “anti-prolacticínos”.
Otra alternativa aplicable en casos de infección muy severa, es la cirugía.
Todos estos procedimientos deben ser recomendados y supervisados por un experto veterinario.
¿Cómo funciona el ciclo menstrual de las perras?
El ciclo menstrual de las perras ocurre una o dos veces al año, generalmente cada 6 meses.
Este proceso de menstruación dura aproximadamente 23 días.
Las perras alcanzarán su madurez sexual dependiendo de su tamaño.
Las perras de razas pequeñas pueden tener su primer celo a los 4 u 8 meses de edad, razas grandes entre los 11 y 12 meses y razas medianas ocuparían un punto medio.
Esto solo varía raras veces, por lo que se recomienda que los adoptantes estén atentos a cambios repentinos en el comportamiento sexual de sus mascotas.
En algunas ocasiones alcanzan su madurez sexual antes de lo previsto.
Una vez alcanzado el primer celo, iniciará formalmente su ciclo menstrual, que será constante en toda su vida.
Nunca alcanzan la menopausia, sin embargo, su fertilidad se reduce con el paso de los años.
Las perras, al igual que el ser humano, se ven afectadas física y emocionalmente por su celo, sintiéndose tristes e inactivas, o emocionadas.
El ciclo menstrual canino se divide en cuatro (4) fases:
- Proestro: Inicio de la menstruación, abarca los primeros 6-15 días. El sangrado empieza y es de color marrón-rojizo.
- Estro: Segunda fase, con aproximadamente 9 días de duración. El sangrado se torna rosa y está en su máximo periodo fértil. Aquí la perra está lista para ser fecundada y le permite al perro realizar la monta.
- Diestro: La perra rechaza la monta y empieza el ciclo de cierre de la menstruación, esta fase dura unos 60-90 días. El flujo sanguíneo del celo se detiene y la perra vuelve a la normalidad. Un desorden hormonal en esta etapa puede provocar un embarazo psicológico.
- Anestro: Esta es la etapa de fertilidad inactiva y tiene una duración de 75 días aproximadamente. La perra permanecerá sin actividad ovárica hasta que el ciclo del celo inicié otra vez.
¿Qué hacer si mi perra tiene un embarazo psicológico?
No podemos evitar que la naturaleza siga su curso y cortar los efectos físicos de este tipo de embarazo pero, sí se puede ayudar a que la perra no sienta tanto los efectos psicológicos.
Algunos consejos, son:
- Evitar que construya nidos: Un nido bajo estas circunstancias, para ellas, es asociado a la maternidad y futuros cachorros, así que se debe evitar que lo construya.
- Retirarle su hijo adoptado: Lo ideal es no permitir que adopte un hijo, pero si ya lo ha hecho, debes sacarlo de su vista. La presencia de un “cachorro” al que está cuidando, solo hará que los síntomas se agraven.
- Sácala a pasear: La perra puede estar pasando por momentos de mucho estrés e incomodidad, así que brindarle tiempo y espacio para que respire y se olvide de su “embarazo” puede acelerar su vuelta a la normalidad. Además, en los momentos que se encuentra fuera de casa, son una oportunidad para retirar a su hijo (o hijos) adoptivo y recoger su nido.
- Perejil en su comida: El perejil tiene efectos anti-progesterona, así que añadir esto a sus comidas puede hacer que esta hormona disminuya. Sin embargo, se debe consultar antes con el veterinario.
- Brindarle mucho amor: Darle cariño y caricias le ayudará a estar animada y sentirse mucho mejor.
¿Cómo prevenir el embarazo psicológico en perras?
Si una perra ya ha tenido un primer embarazo psicológico, hay una gran probabilidad de que este continúe sucediendo en sus próximos celos, así que la única forma de prevenir totalmente este acontecimiento, es con la esterilización.
La extirpación de ovarios y útero solucionará por completo el problema de los embarazos psicológicos y, así mismo, se le evitará la posibilidad de padecer diversas enfermedades mortales, como son el cáncer uterino, piómetra (el útero se llena de pus), tumores en las mamas, entre otras.
Si el adoptante no desea que su perra tenga crías, o si ya ha tenido y no desea más, la mejor opción siempre será la esterilización.
Esta es la forma más responsable de cuidarla y sobrellevar la situación.
Además de hacerle mucho bien, contribuirá a que sus actitudes rebeldes sean más controlables y llevaderas.
Y no creer en la falsa afirmación de que una vez la perra ha tenido su primer parto, nunca sufrirá de embarazos psicológicos, es una creencia falsa.
Breve conclusión
La verdad es que un embarazo psicológico en perras puede afectar negativamente a las mascotas.
Este embarazo, aunque ciertamente es un proceso natural, afecta mucho.
Por ese motivo, los adoptantes tienen la posibilidad de ayudar a su perra a sobrellevarlo, parcial o totalmente.
En estos momentos, el apoyo y atención de los adoptantes es muy importante.
El embarazo psicológico puede confundirse con uno real y queda de parte del adoptante, decidir qué grado de responsabilidad tomar con su mascota, ver lo que realmente sucede con ella, y tomar las medidas correctas y necesarias para ayudarla en todo ese proceso hasta que todo regrese a la normalidad.