En nuestro viaje con perro en coche por media España, hicimos parada en Belchite, concretamente, en Belchite Viejo, uno de esos destinos que tenía en mente desde hacía muchísimo tiempo.
Desde que una profesora de historia narró de forma escalofriante lo que aconteció allí durante la Guerra Civil española que me había propuesto que tenía que ir a descubrirlo.
Belchite Viejo es famoso porque es el ejemplo «vivo» de la barbarie de la Guerra Civil española.
Lo puso de moda Iker Jiménez hace unos años en su programa «Cuarto Milenio» porque es uno de lo sitios donde más psicofonías ha grabado y más claras.
Es por ello que en Belchite tienes la oportunidad de elegir entre tres horarios de visitas guiadas de día: a las 10hs. a las 17 hs. y a las 19 hs. y luego una de noche a las 22 hs.
La verdad es que tenía ganas de la nocturna que la hacen para gente que le gusta mucho el rollo paranormal, como a mí, pero me gana lo cagada que soy, así que fuimos a la visita de las 19 hs. ¡Qué calor que hacía!
Excursión con perro a Belchite Viejo
La visita, como he comentado, es guiada.
La historia de la Batalla de Belchite se puede resumir de forma sencilla: dos bandos enfrentados que lo hicieron de la forma más cruel y despiadada, un pueblo derruido por bombas y metralla, y un dictador que decide dejar a Belchite tal cual quedó tras la guerra para recordar al mundo lo malos que fueron los del otro bando.
Ningún otro pueblo de España quedó sin reconstruir. Solo Belchite. Justo al lado, este dictador decidió que fundaran el que se conoce hoy como Belchite Nuevo a cargo de los prisioneros del bando contrario.
Bueno, pues en Belchite Viejo, todo está hecho trizas. Además, solo desde 2007 «protegieron» el pueblo de visitas poco amables, vallándolo y realizando visitas guiadas.
Pero hasta ese momento, multitud de personas entraron y saquearon todo lo que pudieron, y cuando digo todo es todo: balas, vigas de madera, metralla de las paredes, ladrillos…
Aún así, cuando entras en Belchite Viejo el vello se te pone de punta y encuentras una tremenda belleza en esos edificios en ruinas, donde claramente se pueden ver las señales que la metralla y las bombas dejaron en sus casas e iglesias.
Cuando la guía te explica edificio por edificio donde antes hubo un ayuntamiento, el casino, el horno donde hacían pan, la plaza en la que ahora se encuentra una cruz y donde quemaron miles de cuerpos inertes, las casas donde vivían personas con sus historias, como la de la madre de Joan Manuel Serrat, que pudo escapar a tiempo de la barbarie…
La emoción te embarga.
Precio para entrar a Belchite Viejo
La entrada cuesta 6€ (se compra en la Oficina de Turismo de Belchite) y no pusieron en ningún momento problema alguno para ir con perro.
Entramos en un grupo que seríamos alrededor de una docena. La guía es espectacular.
Normalmente no me gusta ir a los sitios con guía porque son monótonas, lineales y se tiran el rollo, yo lo entiendo cuando están repitiendo como loros lo mismo durante meses cada día… Pero esta guía fue diferente.
Desde el primer momento supo captar nuestra atención, la gente se animaba a hacerle preguntas, iba contando muchísimas anécdotas de gente que vivió el calvario de aquellos días y nos atrapó con su manera de explicar la historia.
La noción del tiempo la perdimos, hicimos muchísimas fotos y a la hora de despedirnos, cuando casi todo el mundo se había ido me animé a hacerle alguna pregunta sobre la veracidad de los sucesos paranormales de los que tanto había oído hablar en la tele.
Pues estuvo media hora más hablando con nosotros, contando desde su experiencia sus vivencias en este sentido. ¡Qué gozada de visita!
Nuestra experiencia con Uma
Uma no se pudo portar mejor… En cuanto me descuidaba ya estaba pidiendo mimos a las personas que visitaban Belchite, incluso a la guía…
En todo momento estuve pendiente de estar a la sombra y de darle agua, ya que hacía mucho calor, aún siendo las ocho de la tarde.
Una excursión con perro muy recomendable para conocer algo más en profundidad de la historia reciente de nuestro país y que quiero finalizar con el mensaje que en este pueblo se puede leer:
Hoy las ruinas del viejo Belchite, en su día bellos edificios cargados de historia, nos enfrentan a la terrible fatalidad de las guerras y a su naturaleza destructora.
La indignación que provoca contemplar esta osamenta arquitectónica que fue hogar y sepultura de miles de personas, debe movernos a la reflexión, a una búsqueda consciente de la concordia a través del reconocimiento de las diferencias, la reparación de las ofensas y la resolución pacífica y dialogada de nuestros conflictos.
Belchite nos ofrece un inestimable espacio educativo para reivindicar la paz y promover las acciones y los valores que la hacen posible, el respeto a la vida, el rechazo de toda forma de violencia, el fomento del diálogo y de la solidaridad. Valores que constituyan los cimientos de un mundo más justo y comprometido por la paz.